Otro colegio de la región oeste en medio de un fuerte reclamo de su comunidad educativa frente a la ola de calor. Se trata del Instituto Madre Sofía Bunge, de Ituzaingó, en donde chicas y chicos de secundaria, primaria y jardín asisten a clases sin lo que padres y madres consideran como condiciones mínimas de salubridad.
“No tienen refrigeración, se mueren de calor en los salones, los ventiladores que tienen instalados en las aulas muchos no funcionan y a muchos chicos debieron retirarlos porque se descomponen”, explicó a Primer Plano Online Mauricio, uno de los voceros de la protesta.
Lejos de quedarse esperando que cambie el clima, padres y madres pidieron una reunión con las autoridades y pudieron conversar con el representante legal del colegio, Patricio Villegas, aunque la reunión no llegó a buen destino más allá del diálogo cordial. “Nos dice que no tienen plata para poner aires acondicionados, que sería lo ideal, pero tampoco tienen mucha predisposición para hacer otra cosa, directamente informan eso y cierran el tema”, lamentó el papá.
Mauricio aclaró que “no estamos en contra de la escuela, para nada”, y describió que su hija “no quiere por nada del mundo que la cambie”. “Pero lo que decimos es que no pueden morirse de calor. Incluso las familias estamos dispuestas a colaborar y que el colegio luego nos descuente el dinero que pongamos de las cuotas”, sintetizó.
El turno más complicado es el de la tarde y, en su mayoría, las y los estudiantes no están concurriendo salvo en aquellos casos en que no tienen con quién quedarse. Pero ayer (por el lunes) a quinto grado fueron apenas dos estudiantes. El viernes pasado, asimismo, juntaron a los dos grados de ese nivel por la escasa presencia.
“Desde (el director general de Cultura y Educación bonaerense, Alberto) Sileoni para abajo mandé mails a todo el mundo. Me contestaron de Jefatura Nº 8, que es la correspondiente a la región, y me informaron que les pidieron a las autoridades del colegio que nos digan cuáles son los paliativos. Pero no es lo que necesitamos”, continuó el papá.
Y cerró: “la solución es que chicos y chicas estén en la escuela pero con las condiciones mínimas para aprender y no padecer. Seguimos esperando una solución acorde, porque encima desde la escuela dicen que somos una parte minoritaria la que se queja. Y no es así, somos la mayoría”.
