El ciclo de entrevistas de verano de Primer Plano On Line permite conocer a hombres y mujeres de la realidad política e institucional de la región en su versión no estrictamente ligada al motivo por el cual son conocidos. En esta ocasión, la protagonista es Cecilia Sáenz, concejal de Unidad Ciudadana de Hurlingham y trabajadora del Banco de la Provincia de Buenos Aires, tercera generación familiar que presta servicios en la entidad.
Se trata de una joven que cumple ambas funciones, que no son incompatibles entre sí, y que tomó la decisión de seguir percibiendo el salario de empleada bancaria y renunciar a la dieta en el Concejo Deliberante. A lo largo de la nota, una de las referentes de Nuevo Encuentro en ese distrito dejará sus impresiones a propósito del debate en torno al feminismo, explicará el rol que cumple en la entidad financiera, contará sus inicios en la militancia y dejará una definición contundente en cuanto a la mirada machista que aún persiste a la hora de la designación de cargos jerárquicos.
-Por estos días hubo un importante debate sobre feminismo a favor y en contra. ¿Cuál es tu postura sobre este tema?
-Para mí fue muy interesante el debate, porque se dio básicamente en la tele y en lugares donde habitualmente no se trata este tipo de temas, así que está bueno que se rompa ese cerco mediático, cerco que ya tenemos sobre la cuestión social y económica y que parece que sobre estos temas también lo tenemos. La verdad es que yo me vine de construyendo a lo largo del tiempo porque uno vive en una sociedad fundamentalmente machista y patriarcal y criada de esa manera. Pensá que nuestros viejos también nacieron en esa cultura. Creo que fue interesante lo que paso con ese debate, se arrancó con la idea de definir que es el feminismo, y creo que lo que se busca es la igualdad, los derechos y las oportunidades y el mismo acceso entre varones y mujeres, algo que uno piensa quien podría no estar de acuerdo con algo así. Y sí, hay mucha gente que no está de acuerdo, y para nosotros es un tema que va mucho más allá y que tiene que ver con una lucha concreta, con la movilización en las calles, con las situaciones a cotidiano que vivimos a diario las mujeres. A todas nos ha pasado alguna circunstancia o situación que tiene que ver con el acoso callejero, eso es algo que le ha pasado al 90 por ciento de las mujeres, y otros casos muchos más complejos como el abuso en la niñez, o siendo jóvenes, y otras circunstancias no menos graves. También en lo laboral, esa es otra circunstancia, sólo en la brecha salarial hay una diferencia cercana al 27 por ciento entre hombres y mujeres, a lo que hay que agregar en lo que se refiere a los puestos y cargos de mayor jerarquía y responsabilidad, siempre con la excusa de que va ser madre, se va a tomar licencia y vamos a tomar otra persona para que la reemplace, siempre con esa mirada machista, por sobre todo. Por eso es importante debatir sobre este tema para lograr deconstruir el pensamiento machista. El feminismo es por sobre todo continuamente estar repensando el rol y el lugar que ocupa la mujer.
-¿Cuál es su trabajo específico dentro del Banco Provincia?
-Te puedo decir que tengo la camiseta puesta desde siempre porque ahí trabajo mi abuelo y también mi papá se jubiló en el banco, así que soy la tercera generación en la Bancaria. Yo la verdad es que no quería saber nada con entrar ya que estaba con otras pretensiones laborales, pero de a poco fui haciéndome mí lugar encontrando lo que me gustaba hacer dentro del banco, y ahora son ya once años.
-Usted es licenciada en Relaciones del Trabajo. ¿Aplica algo de su formación dentro del banco?
-Sí, estoy en la oficina de Gestión de las Personas, que es el equivalente a recursos humanos. Yo estoy en el área de capacitación donde tengo la posibilidad de hacer docencia en ese lugar. Cuando terminé la carrera dentro de una cátedra en la UBA hice docencia de investigación en el UBACyT, que es un programa de investigación de la UBA, que asigna recursos para investigadores. Siempre me gustó mucho el tema de la docencia y es algo que pude aprovechar dentro del banco.
-¿Cómo define el momento que atraviesa la entidad bancaria pública bonaerense?
-La verdad es que a nosotros lo que nos preocupa son dos cuestiones fundamentales. La primera tiene que ver con la estigmatización del empleado bancario del Banco Provincia porque ya hace muchos meses que la gobernadora (María Eugenia) Vidal viene tratando de privilegiados a los trabajadores del banco y la verdad es que somos trabajadores, trabajadores que hemos sabido en estos caso casi doscientos años que tiene el banco sobre luchas y conquistas de derechos que hoy tenemos y no es una cuestión de privilegios, somos trabajadores que hemos aportado el 19 por ciento de nuestros salarios a la caja, cada vez que nosotros tenemos algún salto de categoría o un nombramiento e incluso la diferencia salarial cuando bien la paritaria ese primer mes de diferencia no lo cobramos y va integro como aporte a la caja de jubilaciones. El otro tema es que no se está respetando el derecho al viudo: si perdés a tu marido que trabaja en algún lugar de la administración pública o en el Banco Provincia tenés que elegir si cobrás la jubilación o cobrás la pensión. Además extendieron la edad jubilatoria para las mujeres a los 65 años dentro del Provincia. Nosotras nos jubilábamos igual que a nivel nacional a los 60 años y ahora nos subieron a la misma edad que los hombres, a los 65 años.
-¿Desde hace cuántos que se considera una militante política?
-Más o menos desde el 2008, un poco fue el quiebre del conflicto del campo. Yo estaba estudiando en la UBA en ese momento, donde tenía compañeras del interior de la provincia, yo tenía ideas mucho más progresistas en el sentido de lo que estaba bien o mal y ahí entendí que el gobierno se la estaba jugando por una postura que es la que me representa y yo hablaba con mis compañeras que sin tener grandes ni grandes pules de siembra sin embargo estaban indignadas por el tema de las retenciones, y veía algo que no me cerraba, estaban defendiendo a los ricos y poderosos y eso es algo que a mí no me representaba y desde ahí comienza mi militancia. Después ya orgánicamente empecé a militar en el Nuevo Encuentro acá en Hurlingham junto a Adrián Eslaiman y empecé mi militancia territorial y de vinculación directa y permanente con todos los temas que viven a diario los vecinos, o sea, con la cuestión social. Fui una de las responsables del programa Fines y fue una experiencia hermosa y más tarde ocupando lugares que son en sí una construcción obviamente colectiva, y yo estuve donde tenía que estar cuando mi organización lo requería en una lista representando a esa organización, por eso he sido varias veces candidata en lugares sin ninguna expectativa hasta el 2015 cuando fue la concreción de eso a nivel institucional y son muchas las compañeras y los compañeros que hace que ganemos ese lugar y representar ese lugar de militancia que venimos desarrollando.
-¿Qué hace en sus momentos libres?
-Esta sin duda es la pregunta más difícil (risas). Leo mucho, ahora estoy con dos libros que los tengo colgados a medias, estoy en pareja hace tres años y cuando él me ve me dice porque no terminás uno y después empezás el otro, y la verdad es que voy acumulando mitades de libros. Venía leyendo el año pasado más novelas o ciencia ficción y ahora me gusta mucho leer historia de argentina. En este momento estoy leyendo el libro Urquiza, el Salvaje, de Hernán Brienza y ahora mi suegro me regaló un libro muy lindo de Leopoldo Marechal que recién estoy empezando. El tema es que cuesta encontrar el momento pero cuando tengo un rato voy por algunos de los libros. Después por una cuestión de salud hago ejercicios todas las mañanas bien temprano en un gimnasio y tomo algunas clases, creo que es el único momento en que me desconecto de todo. Eso está muy bueno porque es una vía de escape.