Se negó a declarar, quedó detenido y en las próximas horas será confirmada la prisión preventiva de José Saracho, el sujeto que se mantuvo prófugo de la justicia por más de seis años luego de balear en la cabeza a Sofía Liria, la adolescente de 13 años que había ido a tomar un helado con su prima a un comercio de la calle El Rancho al 3600 en Villa Udaondo, partido de Ituzaingó.
Fuentes judiciales confirmaron a Primer Plano Online que la instrucción del caso, a cargo actualmente de la fiscal María Alejandra Bonini, de la Fiscalía Descentralizada Nº 2 de Ituzaingó, está completa y que lo que resta ahora es que sea llevado a juicio.
Cabe recordar que por ese hecho ya fue condenado Lucas Gastón Cubilla, el otro de los motochorros que atacó a la chica, quien recibió 15 años de cárcel y confesó ante los jueces lo que había hecho y hasta pidió disculpas. “Me hago cargo, fui yo. Estoy arrepentido”, expuso.
Los jueces Julia de la Llana, Marcos Javier Lisa y Gabriel Antonio Sotelo, del Tribunal Oral Criminal Nº 5 de Morón, dieron a conocer el veredicto por los delitos de homicidio agravado por el uso de arma de fuego criminis causa en grado de tentativa, robo agravado por el uso de arma de fuego y portación ilegal de arma de fuego de uso civil, todos en concurso real entre sí. Aunque también le sumaron una entradera que cometió en Ciudad Evita, La Matanza, tras la cual lo detuvo la Policía en medio de un enfrentamiento armado.
Sin embargo, pese a que la acusación contra Saracho es la misma, como sólo se lo juzgará por el ataque a Sofía, del cual es considerado coautor, es probable que la pena sea menor a la de su cómplice, que sumó dos casos en su contra. Está claro que esa será, de todos modos, decisión del tribunal que lo juzgue y de las pruebas que se presenten en su contra para arribar a la certeza.
Para la familia Liria, la detención ocurrida la semana pasada es un punto final para seguir delante de una vez por todas. Se terminó el calvario que vivió hace más de seis años, cuando la joven vecina le ganó una batalla desigual a la muerte. Saracho estaba muy cómodo en su nueva vida: se había instalado en un Hotel Pensión de la localidad de Villa Elisa, en Paraguay, en donde también trabajaba.
