Un vecino de Ituzaingó, que además es funcionario del Municipio, hizo público el reclamo sobre una situación que pareciera no estar regulada y que le provocó incomodidad en medio de la inquietud por el estado de salud de su hijo, menor de edad.
La queja fue expresada a Primer Plano Online por Diego Martín Pérez, que se desempeña como director de Contralor Industrial del Gobierno comunal y que el pasado viernes tuvo que recurrir al centro asistencial con el chico, de 13 años, por una patología de dolor constante en la cabeza que terminó siendo diagnosticado como principio de sinusitis.
“Me dirigí a la guardia pediátrica de Sanatorio del Oeste (Olazábal 319, Ituzaingó) y me dieron el bono de IOMA (el Instituto Obra Médico Asistencial, la obra social bonaerense) que decía que no tenía que pagar nada. Pero, a su vez, me explicaron que sí tenía que abonar un coseguro de 8.500 pesos por el cual no me querían emitir ninguna factura”, detalló el vecino en conversación con este medio.
Además de conocer el funcionamiento de IOMA por ser usuario habitual, Pérez sabe de qué se trata esto de entregar comprobantes de pago por cada operación que se realiza por su rol en la administración municipal. Por eso es que advirtió al empleado de la clínica que le entregara un ticket a modo de registro de la operación, pero la respuesta que recibió fue negativa.
Por qué se negaron a darle el comprobante de pago en Sanatorio del Oeste
“Cuando le pedí la factura, le dije al empleado, que fue muy amable, que por cualquier compra que uno hace siempre pide un documento fiscal. Su respuesta fue que no podía emitirme ningún documento. Me afirmó que es el sistema mismo el que no le permite emitir una factura”, manifestó el funcionario.
Además de contactarse con Primer Plano Online, Diego Pérez publicó su queja a la institución médica en redes sociales y en grupos vecinales de Ituzaingó, y recibió gran cantidad de mensajes de personas a las que les pasó lo mismo. Es decir, que tuvieron que abonar por la atención médica y no recibieron ningún comprobante del pago. “Ya realicé la denuncia en IOMA Digital a la espera de una explicación a esto”, detalló.
“La razón por la que decidí hacerlo público es la bronca y la injusticia. Obviamente que 8.500 pesos hoy no es plata, pero ¿qué pasaría si yo no los tuviera, teniendo una obra social a la cual aporto todos los meses? Encima, la amabilidad del empleado contrastó con la respuesta: me dijo que si no estaba de acuerdo podía dirigirme a otra clínica, cuando estaba desesperado por saber qué tenía mi hijo”, finalizó.