Claudia es la mamá de Brisa Carolina del Pino. No sabe nada de su hija, de 15 años, desde el 2 de diciembre del año pasado. Desapareció de Villa Luzuriaga, el barrio al que su familia se había mudado bajo la promesa de un mejor porvenir, pero que en verdad fue todo diferente a lo que pensaban. “No es un lugar que quiera para que crezcan mis hijos”, le contó a Primer Plano Online vía telefónica. Ahora, se volvieron a mudar al sur del conurbano: San Francisco Solano, en Quilmes.
Pese a la lejanía, no hay un día en que esa mujer, mamá de otros dos nenes de once y seis años, deje de buscar a la chica. Y recuerda aquel día como si fuera hoy mismo: sabía que la adolescente regresaba al barrio Mariló, en Moreno, de manera sistemática y a escondidas, pese a que se lo había prohibido su mamá. La vulnerabilidad de Brisa y sus consumos problemáticos hacían imposible frenar su deseo de irse de casa.
“No es la primera vez que mi hija se iba. Recuerdo que aquel día la contacté por Facebook, no me respondió, y sus amigos me dijeron que tampoco la vieron. Llegué a hablar con una persona llamada Ismael, que me acompañó hasta la cancha conocida como de Los Paraguayos, pero nadie la vio. Se acercaron varias personas, pero nadie supo nada”, le contó Claudia a este medio.
En el medio fueron apareciendo pistas. Además de lo aportado por Ismael, un sujeto llamado Carlos Altamirano (44) le escribió y le preguntó por su hija. “¿Sabés dónde está Brisa? Ella trabajaba en mi casa haciendo limpieza y dejó todo acá. Como no vino más le quiero devolver su ropa, porque mi novia se va a enojar”, le indicó. Desde entonces ese hombre está detenido.
“Ella paraba con un tranza que le daba la droga a ella para vender y después abusaban de ella”, reconoció Ismael al periodista Mauro Szeta, que presentó un informe en Telefe sobre la búsqueda de la joven. Para la mamá de Brisa, hay gente que sabe más de lo que pasó con su hija y que no habla: se funda en supuestos rumores que escuchó ese hombre (Ismael) sobre trata de personas, que terminó con la chica víctima de una red dedicada a la explotación sexual en Paraguay.
“Hubo gente que me contactó en febrero. Me dijeron que la vieron con pelo negro, así que no sé cómo estará. Y hasta me informaron que la vieron embarazada”, señaló Claudia. Y se queja, además, de lo que considera falta de respuestas del sistema. “No me siento acompañada, no me informan lo que están haciendo para encontrarla. Me la paso buscándola y necesito ayuda. Yo sola con mis dos nenes anduve pegando carteles, me meto en las redes y subo fotos de ella”, se sinceró la mujer.
A Carlos Altamirano lo detuvieron el 4 de febrero pasado. Le imputan el abuso sexual de la joven y la corrupción de menores agravada. Cuando habló ante la fiscal Analía Córdoba, que investiga el caso, declaró que “le ofreció plata a mi hija para tener relaciones”, recordó Claudia. Desde que toda esa historia trascendió, la mamá de Brisa de empezó a meter en lugares insospechados para buscarla, sin resultados.
Claudia hace alisado de pelo y su esposo trabaja como repartidor para una aplicación. Antes tenía un mercadito en Moreno, pero les robaron tantas veces que decidieron cambiar de vida. El grupo Furia Transfeminista se metió de lleno en la búsqueda de Brisa. La mamá sigue adelante, pese al dolor y a la incertidumbre: y la busca con vida, porque está convencida que la tienen retenida contra su voluntad en algún lugar.