Después del primer Panazo realizado en abril frente al Congreso nacional, en donde regalaron más de 5 mil kilos de pan, y una segunda movida de similares características en junio, pero con más cantidad entregada a quienes pasaban por allí o fueron específicamente a buscarlo, los panaderos de la región oeste cierran el 2018 con una mezcla de desesperación y desesperanza.
Es que habían anunciado algo así como las siete plagas y su vaticinio se terminó confirmando. Por caso, la harina triplicó su precio durante el año y las tarifas de servicios públicos se incrementaron en una proporción muy superior. Y las reuniones solicitadas con el Gobierno nacional en defensa de la actividad nunca llegaron.
“Acompañamos a las pymes a reclamar frente al Congreso y entregar un documento para que nos puedan apoyar a las pymes a poder soportar esta crisis económica, pero la única realidad que tenemos es que la boleta de gas aumentó un cien por ciento”, explicaron desde el Centro de Industriales Panaderos del Oeste (CIPDO). “Lo único que les importa es recaudar el sacrificio de las pymes”, agregaron.
Para eso lanzaron una campaña por las redes sociales a la que denominaron “Basta de Aumentos”, que va de la mano de un pedido de respiro para las pequeñas industrias que mantienen la actividad en los barrios sin despedir empleados y cargando con los costos que se hacen “insalvables” para la producción.
Es que, además de las subas, la queja ahora es por el bono para los trabajadores en un marco de caída en las ventas que ronda el 50 por ciento. “Es una real estafa a las pymes del gobierno actual nacional argentino y de la oposición, que mira para otro lado o quiera presentar proyectos que sólo nos perjudican. Necesitamos activar a las pymes”, concluyeron desde CIPDO.
