Con sus abogados de manera presencial y el fiscal de Flagrancia y Juicio Adrián Ferreyra, los dos acusados por el brutal ataque a balazos en las puertas del Instituto Barrio Marina en Castelar sur contra Jorge Muzzicato, policía retirado de la Federal, acordaron penas de cárcel de 14 años y 14 años y medio, respectivamente.
Así lo confirmaron a Primer Plano Online fuentes judiciales y la propia víctima, que se enteró un día después del acuerdo firmado en la sede de los tribunales de Morón. Los dos sujetos que recibirán condena son Lautaro Alexis Almirón, quien participó de manera presencial de la audiencia, y de Marcelo Alejandro Saucedo, quien asistió vía remota desde la Alcaidía de José C. Paz, donde se encuentra detenido.
Le pegaron seis balazos para robarle el auto, quedó al borde de la muerte y sus atacantes acordaron penas en un juicio abreviado: 14 años de cárcel
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— Primer Plano (@primerplanotv) July 3, 2022
A Saucedo la justicia le imputa la coautoría de los delitos de robo agravado por el uso de arma de fuego, portación ilegal de arma de fuego, robo agravado por el uso de arma de fuego, portación ilegal de arma de fuego de uso civil y tentativa de homicidio agravado criminis causae reiterado en dos hechos, todos en concurso real entre sí. Ese imputado firmó el juicio abreviado por el monto de 14 años de cárcel.
Respecto de Almirón la pena fue un poco mayor: catorce años y medio de prisión por los delitos de lesiones graves cometidas con el empleo de arma de fuego de uso civil, ambos en concurso real entre sí, en calidad de autor, y robo agravado por el uso de arma de fuego portación ilegal de arma de fuego de uso civil y tentativa de homicidio criminis causae reiterado en calidad de coautor. Para la justicia fue él quien disparó contra la humanidad de Muzzicato.
LA ENTREVISTA QUE MUZZICATO LE BRINDÓ A PRIMER PLANO EN LINE EN MAYO PASADO
El trámite fue aceptado por los imputados, por la Fiscalía, los abogados defensores de los acusados y así se completó el juicio abreviado en su sustancia. Ahora resta el veredicto final del Tribunal Oral Nº 4 de Morón, integrado en este caso por los jueces Carlos Roberto Torti y Pedro Rodríguez, que dará lectura definitiva a su pronunciamiento el próximo miércoles 6 de julio.
Si bien es un procedimiento legal y establecido en la ley con la finalidad de acotar los procesos judiciales, en este caso la víctima fue notificada de la decisión y su opinión no fue escuchada, porque se trata de un acuerdo entre la parte acusatoria (Fiscalía) y la parte acusada (Almirón y Saucedo), que reconocen así su culpabilidad ante los gravísimos cargos que se les imputan. Existe, de todos modos, una instancia en la cual Muzzicato puede pedir dar su mirada en torno a la decisión, que no será vinculante para el fallo final. Eso debe ocurrir antes del día de la sentencia.
“Tengo un dolor grande porque fui notificado, pero con el hecho consumado. Yo informé al tribunal que pretendía ser escuchado, y también me habían informado que el acuerdo se podía homologar o no más allá de la víctima. Lo que creo es que si en un juicio técnico se hubiera ventilado lo que pasó y le daban menos pena me hubiera sentido tranquilo”, explicó Muzzicato en conversación con Primer Plano Online. La impotencia pasa no sólo por lo que sufrió él sino toda su familia.

El hombre, policía retirado de la Federal, fue noticia central en los medios de todo el país luego de recibir un total de seis disparos (sí, seis disparos) en distintas partes de su cuerpo frente al mencionado establecimiento educativo. Lo atacaron Almirón y Saucedo, que fueron detenidos a las pocas horas mediante una investigación encabezada por la fiscal Adriana Suárez Corripio, de la UFI Nº 8 de Morón.
Los balazos entraron en su abdomen y piernas. Fueron a quemarropa, sin piedad. Sufrió fractura de ambos fémures y la cadera del lado derecho, por lo que tiene prótesis una desde la rodilla hasta la cintura del lado izquierdo y del lado derecho desde la cadera a la rodilla. Además, le pusieron otra prótesis a la altura de la cadera, por donde ingresó el primer impacto.
Y, entre tanto recuerdo borroso que le queda del hecho, sí tiene presente cuando bajaron a su hijo del auto le apuntaron para tirarle a la cabeza, pero la bala no salió. A quien sí le dispararon fue a Gladys, quien salió raudamente de la escuela al escuchar lo que pasaba afuera.