Desbarataron una banda mixta que cometía entraderas en diversas zonas de La Matanza, aunque concentraba su actividad ilícita principalmente en Laferrere, en donde quedaron filmados ingresando a viviendas de personas mayores que, con inteligencia previa, sabían que iban a estar solas.
Fueron 9 los allanamientos en total otorgados por la justicia y concretados por personal de la comisaría de Gregorio de Laferrere, que concentró la investigación. La organización delictiva estaba integrada por dos mayores y dos menores de edad, por lo cual la instrucción quedó en manos del fiscal Juan Pablo Pepe Volpicina.
La modalidad de la banda no era diferente a la de otras que cometen idénticos delitos. Luego de escudriñar los movimientos de las víctimas y sus horarios, determinaban el plan de acción para ingresar durante las madrugadas. “Sorprendían a los moradores mientras dormían: la mayoría de las víctimas eran personas de avanzada edad”, detallaron voceros de la investigación.
Una vez en el interior sometían a los ancianos con violencia física y psicológica hasta que decían si tenían dinero y dónde. No sólo les robaban efectivo sino también joyas, electrodomésticos y objetos de valor. Y en uno de los últimos golpes que dieron se llevaron los dos autos de la familia asaltada, hecho que resultó clave para el esclarecimiento.
9 allanamientos, 4 detenidos y un prófugo
El que el seguimiento hecho por cámaras de seguridad de la ruta de la huida de los ladrones y la geolocalización de algunos de los insumos tecnológicos que robaron sumaron elementos de prueba en la pesquisa. Una vez reunida la evidencia la justicia ordenó los procedimientos en 9 domicilios vinculados a los sospechosos, de los cuales uno vivía casa lindera del matrimonio asaltado y sabía que la hija de las víctimas se había ido a vivir recientemente al interior.
Durante los allanamientos la Policía incautó varias armas de fuego, municiones, chalecos antibalas, precintos, guantes de látex negros similar a los que usaron para cometer los robos, celulares de los imputados para ser peritados y revisar su geolocalización a la hora de los hechos investigados.

Además, los acusados tenían en su poder las chapas patentes de los dos autos robados en la última entradera: un Toyota Yaris y un Ford Ka. Sospechan que los usaban para cambiar con otros vehículos robados y evitar ser detectados.
Los 4 detenidos están acusados de robo agravado por efracción, por haber sido cometido en poblado y en banda y por el uso de arma de fuego. Hay un quinto integrante de la banda que no fue encontrado en los procedimientos: quedó con orden de captura nacional e internacional.









