Tres menores fueron rescatados en una vivienda de Castelar sur en donde vivían “hacinados, en condiciones desoladoras” y en la que, además, eran víctimas de abusos sexuales. La justicia le imputa a la madre y al padre el delito de promoción de la prostitución: hay elementos concretos para considerar que los entregaban para que sean sometidos a cambio de droga y dinero.
El procedimiento, denominado ‘Operación Belén’, fue realizado en un domicilio de la calle Santa María de Oro al 2400, frente a la Base Aérea de Morón. La acción estuvo encabezada por la fiscal Marisa Monti, titular de la Fiscalía N° 9 del Departamento Judicial Morón, especializada en Narcotráfico y Delitos Conexos a la Trata de Personas, y el ayudante fiscal Gustavo González.
El allanamiento fue ordenado por el juez Maximiliano Carletti, a cargo del Juzgado de Garantías Nº 4, y posibilitó la detención de padre y madre de las víctimas. “De acuerdo a la prueba reunida, habrían explotado sexualmente a una de las víctimas, de 15 años, a cambio de droga y dinero. No se descarta tampoco, aunque está en incipiente investigación, que otros menores hayan sido abusados en un contexto intrafamiliar”, precisaron fuentes con acceso al expediente ante la consulta de Primer Plano Online.
El allanamiento en el domicilio fue realizado por agentes de la División de Investigaciones de Trata de Personas y Delitos Complejos de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, bajo la conducción de la comisario inspector Gabriela Fernanda Argüello. Participaron también especialistas de la Dirección de Protección y Restitución de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes del Municipio de Morón, que pusieron a resguardo a los menores.
El compromiso vecinal, clave para el rescate
Para lograr el rescate de las víctimas hubo un elemento determinante: el compromiso vecinal y del entorno familiar de los menores, que denunciaron los hechos que apreciaban a diario. “Hubo una gran cantidad de declaraciones que daban cuenta de la entrada y salida de gente durante todo el día al domicilio en donde una de las víctimas era prostituida”, detallaron los voceros.


Además, otra evidencia alarmante fue las condiciones en que vivían: el desorden extremo, el olor nauseabundo y la mugre acumulada, junto a gatos y conejos deambulando por el interior de un pequeño habitáculo lúgubre, comiendo entre los mismos utensilios en que se alimentaban las víctimas sin higiene de ninguna índole. “Fue muy penoso todo lo que se vio”, concluyó un investigador. Padre y madre están detenidos y ayer se negaron a declarar.
En un comunicado oficial, la fiscal Monti destacó “la importancia del trabajo articulado y sostenido durante los 365 días del año desde el Departamento de Abuso Sexual Infantil y Trata de Personas de la Procuración General bonaerense, a cargo de Eleonora Weingast, dependiente de la Secretaría de Política Criminal del Ministerio Público Fiscal que conduce Francisco Pont Vergés, las fuerzas de seguridad y los organismos de protección de derechos de niños, niñas y adolescentes, reafirmando el compromiso del Estado en la salvaguarda de los mismos”.









