Ya se empieza a percibir en diferentes carnicerías aumentos que rondan entre el 20 y el 30% en los valores de diferentes cortes. Así, operadores del mercado anticipan que el kilo de asado podría llegar a costar $500 de cara a las fiestas de Navidad y Fin de Año. La incógnita será ver si el traslado al mostrador podrá ser sostenido por los consumidores, o si habrá que buscar menús alternativos.
Según informó el diario BAE, el gobierno nacional busca cerrar un acuerdo de precios con los frigoríficos exportadores. Hasta el momento, fuentes de la industria frigorífica citadas por ese medio reconocieron que apuestan a un esquema de precios «razonables» sobre todo para los cortes más populares, entre los que está el asado.
Por el momento, la única certeza es que los exportadores aportarán un volumen de asado que se distribuirá a través de los supermercados. En este escenario, un dato a tener en cuenta es que, por primera vez en la historia, el consumo de carne aviar superó a la bovina.
Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados (Ciccra), afirmó que con una media res que en las carnicerías se cobrará entre $290 y $300, el incremento en los precios será inevitable. «Lo que resta saber es el público convalidará estos precios», advirtió el directivo. En este sentido, los números de consumo de carne bovina se ubican, desde hace varios meses, sobre los 50 kilos por habitante, el registro más bajo de la última década.
En un informe elaborado por la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (Camya), el valor de referencia del asado en las últimas dos semanas era de $382,70. «Para fin de año, puede llegar a los $500», reconoció el presidente de la entidad, Leonardo Rafael.
