¿Por qué lo echaron a Walter Otta? Las airadas protestas ni bien el árbitro Felipe Viola pitó el final del primer tiempo en el partido de anoche entre Deportivo Morón y Gimnasia de Jujuy dejaron atónitos a los espectadores que asistieron al Francisco Urbano y ni hablar de quienes lo miraban por televisión.
Había sido un cotejo poco trascendente en lo futbolístico y tampoco hubo acciones que provocaran debate. Sin embargo, el técnico salió despedido del banco de suplentes a pedirle explicaciones al cuarto juez primero y después se carajeó cara a cara con el encargado de impartir justicia.
“Mi reacción está mal. A mí me echaron dos veces en mi carrera injustamente, sin hacer nada. Una vez fue Espinoza en Instituto-Estudiantes en Córdoba, que no había hecho nada, y hoy. Entonces, cuando te pasa eso, la impotencia es muy grande”, reconoció el DT una vez calmado al concluir el partido. Fue en diálogo con periodistas tras el encuentro, cuyas imágenes fueron registradas por Manuel Garrido.
Ahora, ¿qué pasó? Según la descripción hecha por la terna arbitral, el problema que derivó en su tarjeta roja fue que se digirió con términos prepotentes al cuarto árbitro, que “es un pibito”, según declaró Otta. “Supuestamente se malinterpretó todo. Entonces, la impotencia es muy grande, porque ya estoy grande y estas cosas no las puedo soportar”, se sinceró.
“Nunca le falté el respeto, nunca le hablé mal, jamás lo insulté. Es más: el cuarto árbitro me pidió que vaya a hablar con él (con Felipe Viola, el juez del encuentro) y yo le dije que no, que no iba a ir hasta allá. Y ahí vino el línea y me echaron”, cerró.
Junto al técnico también fue expulsado Luis Martínez, uno de sus colaboradores, y el equipo terminó siendo dirigido por su ayudante de campo, Félix Benito, en el complemento. Lo que no quedó en claro fue qué es lo que reclamaba el DT a la terna.