Una investigación realizada por la Dirección Investigaciones de Cibercrimen, dependiente de la Superintendencia de Investigaciones de Delitos Complejos y Crimen Organizado de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, permitió desarticular una banda que estafaba a personas usuarias de redes sociales de citas, que terminaban siendo víctimas del delito conocido como “sextorsión”.
Fuentes policiales y judiciales informaron a Primer Plano Online que el caso se inició tras varias denuncias recibidas por los investigadores que daban cuenta que una metodología similar: personas que fueron contactadas vía mensajes de texto y llamadas de la aplicación WhatsApp, donde supuestos efectivos policiales les hacían mención de que se les iniciaría una causa penal en razón de que mantuvieron conversaciones con contenido sexual explicito con menores de edad.
¿Qué hacían? Les solicitaban una suma de dinero a cambio de no continuar con una causa en perjuicio de quien se encontraba supuestamente denunciado, y les aportaban un numero de CBU de una cuenta bancaria. ¿De dónde habían conseguido los datos? El modus operandi empezaba tras mantener una comunicación vía redes sociales con las posteriores víctimas con perfiles apócrifos, a través de los cuales establecían confianza y luego pasaban a un diálogo más personalizado a través de los celulares, en donde “las charlas tomaban tintes eróticos con fines sexuales intercambiando fotos íntimas y en ocasiones se pactaban encuentros, los cuales nunca sucedían”, precisó un investigador.
Posteriormente, las víctimas comenzaban a recibir llamadas telefónicas desde la aplicación WhatsApp, en donde aparecía una foto de perfil de un efectivo policial por lo general de alto rango, con la finalidad de hacer creíble la extorsión. Allí, quien llamaba manifestaba que la persona en cuestión estaba implicada en una causa penal por pedofilia (delito de Grooming), y que su destino en el corto plazo era la cárcel por al menos cinco años.
“Es una causa muy complicada en donde la Fiscalía está por pedir los allanamientos en su casa. Yo estoy dispuesto a ayudarlo, pero tiene que poner plata”, era el mensaje que recibían con el respectivo pedido de entre $50.000 hasta los $100.000 pesos, dinero que debía ser transferido a cuentas bancarias desde donde luego eran transferidos a otras cuentas. En el caso de no llegar a un acuerdo, el avance de la pesquisa sería inevitable.
Algunos de esos llamados extorsivos hacían alusión al encuentro pactado entre la víctima y la supuesta menor, y referían a que esa adolescente había desaparecido de su domicilio pero dejado su teléfono, con lo cual las pruebas en su contra eran lapidarias: estaban los chats en los que coordinaron verse.
EXCLUSIVO: ASÍ ES LA ESTAFA TELEFÓNICA A LA QUE APELAN LOS EXTORSIONADORES
Con todos los elementos reunidos, la Policía logró establecer las titularidades de los CBU aportados por los imputados a las víctimas, a nombre de quién estaban los teléfonos celulares desde donde se realizaban las comunicaciones extorsivas, las cuentas asociadas a la aplicación de citas y redes sociales. Asimismo, quedó determinado que los perfiles de Whatsapp desde donde se realizaron los llamados eran falsos y que se había concretado el robo de identidad de los verdaderos policías, de quienes obtuvieron sus fotografías de los perfiles de redes sociales y de páginas web.
Por eso los uniformados efectivizaron un total de 16 allanamientos y ocho detenciones en las localidades de La Matanza, Moreno, Tres de Febrero, Lanús, Ituzaingó, Lomas de Zamora, Quilmes, en el barrio de Flores de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en las Unidades Penales de Magdalena, Sierra Chica y Olmos, en el marco de investigación caratulada como extorsión que tramita ante la Unidad Funcional de Instrucción Delitos conexos a la Trata de Personas, Pornografía Infantil y Grooming a cargo de La Matanza, a cargo de Lorena Pecorelli. Las órdenes para los procedimientos fueron emanadas del Juzgado de Garantías Nº 6 de la jueza Carina Andrijasevich.
Producto de los allanamientos realizados se incautaron seis celulares, notebooks, tablets, discos rígidos, pendrives, posnets de Mercadolibre, tarjetas de crédito, tarjetas SIM de telefonía, cuadernos con anotaciones de interés a la investigación, un total de $603.500 pesos y de U$S 1.608 dólares. Además de las detenciones se constató que, de la organización, formaban parte personas que se encuentran privadas de su libertad, que realizaban los llamados extorsivos desde los penales citados.
