Hubo una primera pista que tomaron los investigadores para intentar seguir un hilo: en un incidente de tránsito absolutamente menor, el conductor de un auto amenazó a otro con un arma. Luego se supieron otras historias de barrio, en las que el mismo protagonista finalizaba discusiones mostrando revólveres, y hasta un día una escopeta.
Eso fue demasiado y sus vecinos reaccionaron. Uno de ellos presentó una denuncia en la fiscalía de turno y comenzó la búsqueda de la verdad. Pero había otro inconveniente: el acusado se movía entre dos domicilios, uno ubicado en Ozanam al 800 y el otro en Mazza a idéntica altura. Hacia allí llegó hace instantes la Policía con dos órdenes de allanamiento.
Y el resultado del operativo fue sorprendente. En total los efectivos incautaron 16 armas de fuego, entre las que había escopetas, pistolas y revólveres, y gran cantidad de municiones de distintos calibre: según fuentes policiales fueron alrededor de 2.000.
A pedido de la UFI Nº 5 de Morón, el sujeto fue aprehendido de inmediato en una causa caratulada tenencia ilegal de arma de guerra y de uso civil. ¿Cuál es la principal hipótesis que manejan los investigadores? Que el detenido alquile las armas a delincuentes de la zona.
“Pero, como sea, también era un peligro latente que este hombre tuviera tanto armamento al alcance de cualquiera. ¿Mirá si le entran a la casa y le roban todas esas armas?”, reflexionó uno de los encargados de la pesquisa en conversación con Primer Plano Online.
En principio, todas las armas quedaron secuestradas y a disposición de la justicia.