Otra vez robaron el kiosco del centro de Morón que la semana pasada había sido asaltado. En aquella ocasión, fueron cuatro malvivientes que ingresaron con un cuchillo y, tras reducir al encargado, le llevaron las pertenencias, el dinero que tenía en la caja y algunas golosinas al voleo.
Ahora, el comercio volvió a ser robado pero por un ladrón solitario, que ingresó con un arma que sacó de su cintura, cubierta con mochila que llevaba colgada en el pecho, y luego de apuntar al empleado a cargo del negocio le robó plata y su teléfono celular.
Una coincidencia une los casos: ambos quedaron registrados por las cámaras de seguridad instaladas en el local, ubicado sobre la avenida Rivadavia al 18.000, que de todos modos no frenaron las intenciones delictivas de los malvivientes.
La secuencia duró apenas segundos y, luego de mandar al fondo del negocio al trabajador, el ladrón se retiró del lugar como si nada.