Un nuevo capítulo en un conflicto que no parece tener fin. El día en que los médicos del Hospital Posadas presentaron en sociedad un video con su reclamo con el que piden retomar el diálogo con las autoridades, la respuesta de los responsables políticos del nosocomio, casi como una fatalidad del destino, fue la aparición de nuevos telegramas de despidos y profesionales que pretendieron acceder a sus lugares de trabajo y recibieron como respuesta que el sistema biométrico de datos no les reconoció la tarjeta, con lo cual se enteraron ahí mismo de que estaban cesanteados en sus funciones.
“Nosotros, jefes de sección, servicio y departamento del Hospital Nacional Alejandro Posadas, con décadas de trayectoria en la institución, decimos…” comienza la filmación con la voz del inconfundible locutor Lalo Mir. Allí, se enumera una serie de acciones que sucedieron en los últimos tiempos, como la rescisión de contratos de manera unilateral, sin preaviso ni posibilidad de descargo, de alrededor de 50 profesionales, “lo que resiente nuestro normal funcionamiento”.
También el corto sirve para entender la lógica de funcionamiento y contratación de médicos que todavía rige en la entidad sanitarias. De los 1400 profesionales, sólo 280 son de planta permanente, y el resto son contratos transitorios que rigen desde 1993. “El Estado como empleador sostiene la precarización laboral”, dice la locución. Un dato: es algo que trasciende al Gobierno de turno. Pasaron las gestiones de Carlos Menem, Fernando De la Rúa, Eduardo Duhalde, Néstor y Cristina Kirchner y ahora Mauricio Macri y el sistema de contratación siguió siendo idéntico.
Mientras los médicos se muestran en la filmación con carteles en donde muestran su nombre, apellido, matrícula y especialidad, el relato sigue: “la causa esgrimida en las cartas documentos es ‘conforme surge del planeamiento y análisis dotacional para esta repartición’, mientras verbalmente las autoridades alegan incumplimiento horario o inasistencias reiteradas”. Pero también aclara que cuando los gremios solicitaron las planillas resultantes del control biométrico de presencia del personal, las autoridades no brindaron respuestas. Y aclara que el diálogo está cortado con la conducción del nosocomio.
“Existe un clima de zozobra, incertidumbre, angustia y desasosiego, generado por una atmósfera de persecución, maltrato, presión psicológica, subestimación y amedrentamiento ejercida por la Dirección Ejecutiva”, expresan los médicos a través de Lalo Mir. “Disciplinar por el temor, perseguir por la opinión, reducir personal por decenas y desprestigiar a los que quedan, sembrando en la opinión pública la idea de que con sus impuestos mantiene vagos y privilegiados es generar un ambiente hostil, que repercute en los miles de pacientes que, a diario, vienen de todo el país, y de países vecinos, buscando solución a problemáticas complejas”, concluye el video, en el cual los profesionales ofrecen nuevamente su voluntad de diálogo.
Como una paradoja del destino, mientras ayer se hacía pública la filmación, se conocieron nuevos despidos. Uno de los que recibió la tan mentada carta, que no fue un preaviso sino directamente la notificación de la cesantía, fue Rodolfo Recalde, reconocido neurocirujano, que el pasado 21 de septiembre fue vanagloriado en la página del hospital por el equipo de comunicación del establecimiento.
«Por primera vez en nuestro Hospital, el pasado martes 4 de septiembre, se llevó a cabo una neurocirugía de un tumor cerebral con el paciente despierto. Habitualmente este tipo de cirugías requieren de una estrategia que permita controlar la funcionalidad de áreas activas del cerebro como el lenguaje o el área motora, a cargo de un equipo multidisciplinario. Este procedimiento se llevó adelante por los Dres. Rodolfo Recalde, Andrea Uez Pata, Patricia Ferazza y los Dres invitados Walter Theiller (jefe de Neuroanestesia del Sanatorio de la Trinidad Ramos Mejía) y Darío Savini (Neurofisiólogo de FLENI)», indicaba la publicación de aquel entonces, fechada el 21 del mes en curso.