Siempre polémico, el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, ratificó sus expresiones contra quienes «estuvieron diez años cascoteando este espacio político», en una clara alusión al presidente Alberto Fernández, con quien reconoció mantiene “algunas diferencias irreconciliables”.
“Yo no soy quién para calificar a nadie. Tengo muchas diferencias, muchas diferencias. Algunas son de forma, otras de fondo, algunas pueden llegar inclusive a ser irreconciliables», enfatizó el funcionario de la gestión Kicillof en declaraciones al canal América 24 cuando lo consultaron si consideraba un traidor al jefe de Estado.
“Tengo un límite, que puede ser nuestra soberanía nacional. Hasta ahí llego. Hay algunos temas que están pendientes, hay que ver cómo se resuelven. Obviamente que discutimos. No soy obsecuente ni el dueño de la verdad”, señaló el ministro. De todos modos, reiteró que el gobierno “no es un club de amigos”.
“Acá no vinimos a haber amistades ni a llevarnos bien ni ir cantando todos felices por la calle. Vinimos a gobernar, a generar políticas de Estado para llevar a una situación de bienestar, y en ese sentido no hay que tenerle miedo a la discusión. Aparte somos un frente y si hay algo que nos enriquece es la diversidad de pensamiento», señaló luego al ser consultado acerca de si sus dichos dañaban la autoridad presidencial.
El dirigente kirchnerista había iniciado la semana con otro cuestionamiento al Presidente por habilitar a la ministra de Seguridad de la Nación, Sabina Frederic, a coordinar directo con los intendentes y utilizar efectivos de las fuerzas federales para poder desplegarse en el territorio.
