Una familia de El Palomar vivió momentos de zozobra cuando un vecino del barrio, al que tienen identificado, amenazó a sus integrantes con un cuchillo justo cuando regresaban a su hogar, sobre la calle White al 1.300.
Según contaron las víctimas, mamá, papá, una hija adolescente (16), otros tres de 7, 4 y 3 años y un bebé recién nacido, el hecho ocurrió en la madrugada de ayer domingo 28 de febrero antes de la 1. Bajaron del auto, ingresaron al edificio en el que viven y el atacante arremetió contra ellos.
“Por suerte pudimos entrar rápido y evitar una tragedia. Todo fue registrado por la cámara de la entrada, como se puede ver en el video, que mientras estábamos con nuestros hijos y el bebé en brazos pasa y nos amenaza de muerte”, contaron en sus redes sociales.
El acusado es un hombre conocido en el barrio, que habitan una vivienda justo a la vuelta del lugar del incidente, sobre la calle Fournier al 1700. En base a lo que recopilaron de otros habitantes de la zona, el sujeto suele rondar las calles “drogado y borracho, agrediendo, incitando a los vecinos a pelear con él desde hace años e inclusive acosando a varias mujeres del barrio”.
El individuo, cuyo apodo es ‘Pirulo’ o ‘El Gomero’, ya que vende neumáticos usados en la puerta de su casa, ya fue denunciado en varias ocasiones. La causa está radicada en la Fiscalía Nº 4 de Morón, y ahora la familia amenazada solicitó una restricción perimetral de acercamiento.
“Este hecho no es el primero que sufrimos por parte de esta persona, la cual no conocemos y jamás tuvimos trato de ningún tipo. Nos viene agrediendo, acosando y asediando a toda nuestra familia desde hace unas semanas. Hace unos meses vivimos en el barrio y no conocemos a nadie, somos gente de trabajo, jamás tuvimos ni causamos ningún problema”, reflexionó el padre de familia.
Las víctimas contaron también que llamaron al 911 a poco de ser amenazados y “prácticamente no nos dieron ninguna respuesta”. De hecho, al llegar el móvil policial, “le señalamos al vecino que seguía en la esquina de White y Fournier y nos dijeron que no podían hacer nada”. “Tampoco podemos entender como frente a un caso de una persona con problemas de adicción, alcoholismo y violencia, las instituciones no hacen nada para garantizar la buena convivencia barrial”, concluyeron.