La grieta en la sociedad argentina no es necesariamente política. La división entre habitantes de esta tierra está en todos lados: es moral, es económica, es de educación, es de tolerancia. De esta forma, casos como el de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell es imposible pensar que no se repita. Si estamos, en síntesis, al borde del colapso por cualquier tema que surja.
Ahora, el motivo de un verdadero escándalo a bordo de una formación del Tren Sarmiento que se dirigía a la zona oeste del conurbano, fue la identidad de una joven mujer con el proyecto de interrupción legal del embarazo. En el marco de la campaña por el aborto seguro y gratuito, una multitudinaria manifestación se concentró frente al Congreso Nacional. Pero en la vuelta a casa los problemas se evidenciaron. Y la fractura del orden social quedó una vez más expuesto.
Arriba mismo del tren, una chica que portaba su pañuelo verde fue increpada por otras mujeres que se manifiestan en favor de la vida. Al llegar a la estación Villa Luro, los insultos y gritos dieron lugar a varios golpes de puño, ante la mirada atónita de pasajeros y pasajeras. Las protagonistas de la reyerta debieron ser bajadas de la formación por personal policial y de seguridad. “Tomátela, abortiva de mierda”, le terminaron gritando a la joven increpada.