Otro desastre vial que termina en tragedia. Dos criaturas de 13 y 7 años murieron esta madrugada a manos de un asesino al volante que manejaba borracho, a toda velocidad, perdió el control del auto y se incrustó en una vivienda. Encima, después del choque, el sujeto intentó escapar, pero fue detenido por vecinos que lo siguieron por alrededor de doce cuadras.
Fuentes judiciales informaron a Primer Plano Online que el infortunado ocurrió en una casa de la avenida Roca, en su intersección con Quilmes, de la localidad de Trujui, en la mano que va hacia el cruce Castelar. “Es una zona de casas precarias, que están un metro más debajo de la altura de la calzada”, detalló un investigador.
El nene de siete años murió en el acto y su hermano, de 13, murió al rato en el hospital Mariano y Luciano de la Vega como consecuencia de las heridas. En tanto, el conductor, identificado como Gastón Emanuel Ramírez (40) se escapó luego del choque, pero fue seguido por vecinos que lo persiguieron por doce cuadras hasta que lograron reducirlo y entregarlo a la Policía.
“Ya estaba en Bella Vista cuando lo encontraron. De todos modos, en el rodado, una Chevrolet Meriva, había quedado su DNI y su registro”, completó la fuente consultada por este medio. El análisis de alcoholemia practicado al sujeto arrojó como resultado que conducía con 0,64 gramos de alcohol en sangre: además de superar el máximo permitido todavía por la ley, en ese distrito rige la tolerancia cero de bebidas o sustancias para conducir.
El asesino al volante quedó aprehendido a disposición del fiscal Leandro Ventricelli, de la UFI Nº 1 del Departamento Judicial Moreno-General Rodríguez, quien instruye actuaciones por el delito de doble homicidio culposo agravado por exceso de velocidad, multiplicidad de víctima y por culpa temeraria.
