“El intendente Diego Valenzuela está rematando tierras de la Municipalidad de Tres de Febrero. Empezó por Caseros, sigue con Altos de Podestá y ahora viene por Ciudad Jardín. No se lo vamos a permitir”.
Laura Romero es vecina de la última de las tres localidades mencionadas y una de las abanderadas en la lucha que comenzó para evitar que terrenos fiscales que pertenecen al Municipio sean vendidos a una empresa privada para la construcción de viviendas. Asegura que eso lo quitará identidad al barrio y que, además, atentará contra el sello histórico del patrimonio urbanístico que posee.
“No sabemos la finalidad, no está claro el destino que le darán los privados. En el caso específico de Ciudad Jardín corre peligro todo el polo cívico cultural de la zona. Esto se hizo a nuestras espaldas, en tiempo récord y sin publicidad”, refirió la mujer.
El decreto girado al Concejo Deliberante para convocar a audiencia pública tiene fecha del 12 de noviembre pasado, trámite que ya se hizo. Allí se estableció que el proyecto que propicia la modificación al Código de Ordenamiento Urbano se ubica en Ciudad Jardín delimitado por las calles Aviador Benjamín Matienzo, Boulevard Finca, De los Claveles y Alas Argentinas, sobre lo que sería la parcela 19C.



Según argumentó el Ejecutivo, el objetivo es “refuncionalizar las tierras que actualmente ocupa el Comando de Patrullas” de Tres de Febrero “a fin de potenciar las posibilidades urbanas y permitir regularizar las construcciones existentes”. Además, afirma que la iniciativa “combina la condición patrimonial de la urbanización” de esa localidad con los conceptos de “vivienda conectada y accesible, buscando incrementar las posibilidades de acceso” a la casa propia.
Reunión picante, amparo y junta de firmas
Anoche se juntaron en la plaza del Ombú gran cantidad de habitantes de esa zona de Tres de Febrero. Entre intercambios de opiniones y algunos “infiltrados”, a los que pudieron identificar y rápidamente aislar en cuanto a las intenciones que manifestaron, la decisión que tomaron fue avanzar con la presentación de un recurso de amparo para frenar el proyecto y una junta de firmas masiva para que la mayor parte de la comunidad esté informada sobre lo que el Gobierno local pretende hacer.
“Dejamos en claro que se trata de un patrimonio histórico de la zona y que el intendente no puede seguir haciendo edificios a su antojo. El tema es que notamos que aún hay mucha gente que no se enteró de esto, pero los plazos se acortan porque la convocatoria del Concejo Deliberante es para sesionar el próximo 10 de febrero”, agregó Romero.

Para seguir juntando masa crítica y dar a conocer la iniciativa hay un nuevo encuentro previsto para el martes que viene, 4 de febrero, en la plaza del Avión. Es importante aclarar que el intendente tiene mayoría en el recinto y que con 13 votos -con los que cuenta- la ordenanza será convalidada. Por eso la apuesta es a la resistencia vecinal.
“Es un pulmón de manzana de 6500 metros cuadrados rodeado por instituciones que brindan servicios a la comunidad. No hay estudio de impacto ambiental: no da la infraestructura para albergar a 100 viviendas más y queremos que ese lugar siga siendo de uso común de la sociedad”, completó Romero, quien también lamentó que, pese a la invitación, ningún concejal opositor se acercó a escuchar el planteo vecinal.
