Tras una larga investigación, que demandó más de tres meses de seguimiento y recopilación de pruebas, cayeron hace instantes los dos sospechosos de haber asesinado al remisero Carlos Pereira en Morón en pasado 13 de junio.
Esta mañana fueron arrestados en dos domicilios de Merlo los supuestos asesinos, que viajaban en una camioneta Partner que también había sido robada momentos antes de asesinar a Pereira. Como informó este medio, a las pocas horas del crimen ese rodado fue hallado en la localidad de Libertad.
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Luego de las tareas investigativas y la recopilación de huellas dactilares, además de la revisión de cámaras de seguridad, el Juzgado de Garantías Nº 5 de Morón ordenó tres allanamientos, en los que la Policía logró arrestar a los implicados.
Fuentes policiales precisaron a Primer Plano Online que el primero de los procedimientos se realizó en una vivienda de la calle Primera Junta al 2.100, de Merlo, en donde fue arrestado Diego Agustín Garay (29), conocido como ‘Anguila’. En el lugar se incautaron dos teléfonos celulares y prendas de vestir de interés para la causa. El sujeto es el sindicado como autor del disparo que mató a Pereira.
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El segundo allanamiento se realizó en Talcahuano al 200 de la localidad de Parque San Martín, también en Merlo. Allí fue detenido Nicolás Borri (25), y en su poder los investigadores de la DDI Morón incautaron nueve celulares. Mientras, en un tercer operativo realizado en una finca de Rodríguez Flores al 1.900, en ese distrito, secuestraron prendas de vestir del imputado que posiblemente uso en el hecho y más teléfonos, así como otros elementos para su posterior análisis.
“Hubo un giro en la investigación en los últimos días. Hubo intervenciones telefónicas de los sospechosos, cuyas antenas reportaron en el lugar del homicidio y luego en la casa, a pocas cuadras del lugar en donde abandonaron la camioneta. Además, Borri era el dueño de la moto con la que roban la Partner”, indicó un investigador del caso al cronista de este medio.
Ambos sujetos, que tenían pedido de captura, enfrentan cargos por homicidio agravado criminis causae, que tiene una pena en expectativa de perpetua, además de robo agravado por el uso de arma de fuego y portación ilegal de arma de fuego. El fiscal a cargo de la investigación, Javier Ghessi, de la UFI Nº 1 de Morón, ahora espera por tomarles declaración.
