Hace unos días cumplió años y los celebró rodeada de gran cantidad de amigos y familiares en su casa de Parque Leloir: “Vino toda la familia, mis hijos, nietos, bisnietos y algunos amigos. La verdad, yo no quería que hicieran tanto barullo pero mis hijas se empeñaron. Me gusta tener una familia tan grande, las fiestas siempre son divertidas”.
Y agrega: «Es hermoso estar rodeada de la gente que uno ama. Mis nietos y bisnietos me llenan de felicidad; por ahora no tengo problemas para recordar sus nombres pero el tiempo pasa, já, já», cuenta divertida.
La vecina del oeste nació en Asturias pero a los tres años su familia se fue del país por la guerra del Rif en 1921. “Cuando llegamos a la Argentina nos ubicamos en Morón, ahí mi papá consiguió trabajo en la metalúrgica La Cantábrica”, recuerda.
Tivina, como la conocen todos en el barrio desde pequeña, conseguiría su primer trabajo como modista en un taller de la calle Uspallata. Empezó de joven, a los 16 años, bordaba vestidos de fiesta pero todo cambió cuando cumplió 21, en ese momento decidió casarse con el amor de su vida, Enrique Estany.
Su historia de amor había comenzado con aquel joven estudiante de ingeniería que le “escribía unas cartas que enamoraban”. Enrique fue su primer y único amor, y aquel romance de la infancia la acompañó gran parte de su vida: hasta sus 84 años. La pareja formó una familia con tres hijas: Aurora, Teresa y Lizzie, quien en la actualidad vive y cuida de Tiva en su hogar en Ituzaingó.
Al ver el camino recorrido, la dama del siglo analiza y recomienda: “Estoy muy contenta con lo que hice, no me arrepiento de nada. La clave para una buena vida es hacer lo que uno disfruta. Siempre”.