Faltaron un par de miles de votos para que la propuesta desarrollada por la bioquímica de Haedo Agustina Toscanini y su equipo pueda acceder a la final del proyecto ‘Una idea para cambiar la historia’, certamen organizado por el canal History y del cual participaron profesionales de Universidades de toda Latinoamérica.
Por nuestro país fueron dos las propuestas que alcanzaron las semifinales: un dispositivo de lectura artificial desarrollado en la Universidad Nacional de Córdoba y un kit para la detección de bacterias patógenas, promovido por la vecina de Morón. Ambos quedaron afuera de la final. El próximo 7 de diciembre se conocerán los tres proyectos ganadores entre los cinco que más votos obtuvieron, y que se describen más abajo.
Colifinders, la iniciativa que elaboró Toscanini junto a los doctores Javier Santos, Rodrigo Gonzalez y Malena Manzi, además los estudiantes Mariana Sacerdoti, Matias Iglesias, Ellioth Sewell y Marina Kretowicz, es un kit fácil de usar que permite detectar de forma rápida la presencia de bacterias patógenas dañinas como la Escherichia coli enterohemorrágica, causante del Síndrome Urémico Hemolítico.
Esta novedosa herramienta de biología sintética propone identificar esta bacteria -que puede ser encontrada en alimentos crudos o mal cocidos, como carnes o lácteos, en vegetales mal lavados o en agua contaminada- en cuestión de horas. “A partir del pronto diagnóstico se podrá instrumentar un tratamiento adecuado”, explicó la vecina de Haedo a Primer Plano On Line.
“En el kit vienen los reactivos, los diluyentes y una placa en la que se hace la reacción. La muestra (la materia fecal del paciente) se diluye con los reactivos que producimos nosotros y tras esperar unas horas, se puede usar un aparato (un fluorómtero) para medir este tipo de reacciones”, continuó Toscanini, y recordó que “cuando uno come un alimento contaminado puede llegar al Síndrome si no se le detecta con rapidez”.
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El kit, que no existe en el sistema de salud de nuestro país, es para uso a cargo del personal sanitario, y el equipo no persigue un fin de lucro sino “que se haga la transferencia tecnológica para que alguien lo pueda producir a gran escala”. Está pensado para los hospitales como a las unidades sanitarias, sobre todo para los barrios de menores recursos. Es por eso que, más allá de la frustración por no estar en la final del certamen, ahora el desafío para las autoridades tanto municipales como provinciales y nacionales es acercarse a este grupo de profesionales para tratar de ver cómo se puede instrumentar una idea que puede salvar miles de vidas. Las estadísticas indican que Argentina presenta el registro más alto de Síndrome Urémico Hemolítico en todo el mundo, con aproximadamente 500 casos nuevos por año, por lo que la implementación de un kit rápido, de operación sencilla y de bajo costo para la detección de las bacterias que producen esta enfermedad supondría una inmensa mejora en la pronta detección de los infectados.
Los 5 proyectos finalistas resultaron ser:
1-Handeyes: radar para personas con discapacidad visual, que sumó 57.514 votos (Ecuador)
2-Neuromodulación por imágenes virtuales, que totalizó 52.845 votos (Uruguay)
3-Over Mind: tecnología al servicio de los discapacitados, que alcanzó los 47.284 votos (Chile)
4-Filtro solar absorbedor de dióxido de carbono, que sumó 39.207 votos (México)
5-Bloco: horno de fabricación autónoma que seca la leña húmeda en temporada de lluvia, que llegó a los 37.717 votos (Colombia).