En una jornada que tuvo fuertes momentos, sentidas palabras y un abrazo colectivo a la mamá y al papá de Macarena Mendizábal, una gran cantidad de personas se acercó hasta la intersección de Avenida de Mayo y Rivadavia, en Ramos Mejía, para acompañar la suelta de globos que tuvo como objetivo rezar por la salud de la joven, que se encuentra en estado vegetativo, y reclamar porque la justicia “haga lo que tiene que hacer” con el conductor responsable de la actual condición de la chica.
Como se sabe, Maca quedó en tal situación luego de ser chocado el auto en que viajaba por Santiago Silvoso, un al menos imprudente conductor que cruzó en rojo y manejaba a alta velocidad, haciendo zigzag. Por estos días se está llevando a cabo el juicio en los tribunales de la calle Paraguay al 1.500, en Capital Federal, y se espera que el próximo 29 de octubre se lean los alegatos, con los respectivos pedidos de pena.
“Fue todo muy emotivo y conmovedor. Aunque uno ponga mucha energía, todo sale perfecto por el amor que le tienen a Maca todos los que se acercan a apoyarnos”, describió a Primer Plano Online Adriana Aruj, la mamá de la víctima del tremendo choque.
A lo largo de la tarde hablaron la tía de Macarena; la mujer que fue su profesora de patín (Maca fue dos veces campeona nacional); se acercaron unos abuelos que la adoran desde aquella época y que desde el primer momento elevan al cielo sus oraciones para que despierte; también manifestó sentidas palabras Solana, la prima de Maca, que hace un tiempo armó conmovedor hilo en Twitter que se volvió viral. Con ella estaba Javier, el pequeño angelito que ahora tiene 7 años pero al que Maca iba a visitar a un hogar de niños y que, desde que le ocurrió este tremendo hecho, la acompaña semana tras semana.
El acto se cerró con las palabras de papá José Luis y de mamá Adriana. “Pedimos siempre por el milagro de un despertar de Maca, rezamos por su salud, y porque la justicia actúe como tiene que actuar. Nos vamos destrozados por tanto dolor, pero a la vez reconfortados y con el alma llena de amor por la cantidad de gente que estuvo acompañándonos”, señaló la madre de Macarena. Los globos celestes volaron hacia el infinito “con fe y esperanza”, como decía el locutor que dirigió la jornada.
Un dato no menor, que humaniza la función pública. Hasta ese lugar se acercó también el comisario de Ramos Mejía, que desde que llegó se puso a disposición de la familia para todo lo que estuviera a su alcance colaborar con la causa.
