Con más de la mitad de los votos en el municipio más poblado del país en las últimas elecciones, el tándem político Fernando Espinoza-Verónica Magario se auto postulan ambos como precandidatos a gobernador, y quien quede relegado en esa disputa quedará como candidato a jefe comunal para evitar una guerra interna en el peronismo por la sucesión. Mientras, en la oposición se desmembra Cambiemos con Miguel Saredi cerca de Juan Manuel Urtubey y crece el armado del senador Miguel Ángel Pichetto para Roberto Lavagna. También se anota el referente de Felipe Solá.
Magario y Espinoza estirarán hasta junio sus postulaciones al máximo cargo provincial y en el cierre de listas se definirá. Espinoza es diputado nacional y tiene dos años más de mandato. La versión más fuerte ubica a Magario en una fórmula del peronismo a la gobernación y a Espinoza de regreso en el Palacio de San Justo. Pero mientras se definen, empieza a sonar la pelea por la sucesión. Está anotada la diputada provincial María Laura Ramírez, que responde a Espinoza y el senador provincial Daniel Barrera, cercano a Magario, al que se le vence el mandato en diciembre. “Nadie regala el poder” resume alguien que recorre los pasillos del Concejo Deliberante hace 20 años. Con la frase descarta la posibilidad de que haya un nuevo nombre para la conducción.
Hace 14 años, el ex intendente de La Matanza, Alberto Balestrini ungió a Fernando Espinoza como su sucesor, que en 2007 ganó su primera elección con el 50% de los votos, superando a otros peronistas, incluido el matarife Alberto Samid, que obtuvo un 4%. Durante sus 10 años de gobierno, hubo algunos choques internos cuando creció la figura de Verónica Magario en el Concejo Deliberante y dentro del Gabinete. En 2015 al perder la interna contra Aníbal Fernández y Martín Sabbatella, Espinoza quedó dos años como asesor en el Municipio hasta que llegó al Congreso Nacional, donde perdió protagonismo al quedar entre los otros 256 diputados.
Mientras que en el oficialismo la pelea no saldrá del regreso de Espinoza o la reelección de Magario, en la oposición hay muchos movimientos. Distanciado de Cambiemos desde que el ministro de Educación Alejandro Finocchiaro anunció que sería precandidato a intendente, el concejal Miguel Saredi -referente de Cambiemos en 2015 y 2017, cuando Cambiemos llegó al 30%-, rompió con el gobierno. Profundizó las críticas que ya venía realizando al modelo económico. Continúa con su bloque de cuatro concejales bajo el nombre de Nueva Dirigencia y empezó el coqueteo con Alternativa Federal. Se mostró con el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey y sellaría así su regreso al peronismo. También hace algunas semanas participó de un acto de inauguración junto al dirigente mercantil y hasta ahora massista Julio Rubén Ledesma.
Dentro de Alternativa Federal, el otro armado es el de Pichetto para Lavagna que conduce el dirigente peronista Raúl Leguiza, que postula al ex concejal y coordinador general de deportes de la Universidad de La Matanza, Adrián Verdini.
Otro peronista que se puede sumar a la pelea es el diputado nacional de Red x Argentina, Fernando Asencio. Hoy acompaña a Felipe Solá por toda la provincia y si hay una gran PASO del peronismo se anotará para pelear por la intendencia. Pero eso dependerá de los cierres de los frentes, recién en 65 días, el 12 de junio. Una eternidad en la política del Conurbano.
