El Juzgado en lo Correccional N° 4 de La Matanza condenó a tres años y seis meses de prisión y a siete años y medio de inhabilitación a Pablo Ariel Flores Ayala por la muerte de Rocío Otero Navas, la joven de 21 años oriunda de Lomas de Zamora que falleció tras un accidente que tuvo lugar el 20 de mayo 2017 en Gregorio de Laferrere, cuando el imputado conducía a alta velocidad y embistió el coche en que la chica viajaba junto a sus amigos.
De todos modos, el asesino al volante no irá preso, porque desde que se conoció el fallo comenzó a regir el plazo de diez días para recurrir la sentencia, cosa que su abogado defensor aseguró que hará. La noticia sorprendió a los familiares de la víctima, que si bien consiguieron de alguna manera hacer justicia, se manifestaron en desacuerdo con las leyes viales que rigen en la Argentina.
En rigor, mientras la querella familiar había pedido cinco años de cárcel y ocho de inhabilitación para manejar para el imputado por homicidio culposo agravado, dado que según la pericia particular se trataba de alguien que manejaba a una velocidad superior a la permitida, con la ingesta de alcohol previa y le faltaba la documentación del vehículo.
La Fiscalía, por otra parte, difirió en la expectativa de pena y solicitó al juez Hugo Martínez un castigo de cuatro años y medio además de ocho años de impedimento de conducir. Sin embargo, el magistrado decidió aplicarle una condena menor, dado que el alcohol no se pudo probar como agravante. Es que según la extracción de sangre realizada tres horas después del choque el resultado fue de 0,46, o sea, dentro del límite permitido.
Una vez que la sentencia quede firme, como es superior a los tres años, Flores Ayala deberá purgarla en prisión.
