El pequeño Aslan (5) volvió a casa para iniciar el tramo más duro y largo de su recuperación. Entre juguetes, los celulares de papá y mamá y los mimos y abrazos de su hermanita de apenas 24 días de vida, el nene fue dado de alta del hospital Posadas, a donde lo operaron de las fracturas de fémures que sufrió en ambas piernas tras ser atropellado por un vecino de 16 años que circulaba en moto.
“Estamos esperando que esta pesadilla se termine cuanto antes, pero nos da paz tenerlo ya en casa. Él está con mucho miedo todavía, dolorido por momentos, pero bien medicado y con toda la paciencia del mundo de parte nuestra para cuidarlo como corresponde”, contó su papá, Julio Duarte, a Primer Plano Online.
Agradecido en representación de su familia con la enorme cantidad de gente que colaboró en la emergencia, el padre de Aslan tuvo palabras especiales de gratitud por la labor de los profesionales médicos que asistieron al nene primero en el Hospital de Morón, a donde fue llevado de urgencia no bien sucedió el siniestro, y del Posadas, en donde lo operaron y lo contuvieron en todos estos días, casi dos semanas de internación.
Al chiquito le cambiaron el formato de los yesos: ahora es con las piernas extendidas, para facilitar el sellado de los clavos que le colocaron. Son entre 30 y 45 días de inmovilización, pero eso se irá viendo con la evolución. Mañana martes, por caso, tienen consulta con el traumatólogo, que les dirá cómo sigue todo. Superada esa etapa lo que les avisaron es que prácticamente su hijo tendrá que aprender a caminar de vuelta, apoyado en kinesiología para fortalecer la zona. Pero es un nene, y todo se absorbe más rápido.
“Estamos empezando una nueva vida, pendiente de nuestros hijos. Uno por su recuperación y la beba recién nacida. Ambos dependen de lo que nosotros hagamos, así que estamos viviendo así, para los dos”, contó Julio, que aceptó también posar en una foto con su esposa para ilustrar esta nota.
Entre los múltiples agradecimientos que mencionó el papá hay un dato, no menor por cierto. El actual intendente, Lucas Ghi, y el exintendente, Ramiro Tagliaferro, se pusieron a disposición de la familia y colaboraron en estos días de emergencia. No hay grieta que valga cuando una criatura necesita ayuda. Y aprovechó para dejar una reflexión, que pinta de cuerpo entero el espíritu de su humilde familia.
“Nosotros no tenemos rencor con la familia del chico que atropelló a Aslan. No le deseamos el mal a nadie ni queremos agrandar lo que pasó. Es indudable que fue un accidente y sabemos que la familia de él no la está pasando bien tampoco. Será la justicia la que dictamine sobre lo ocurrido y nosotros lo vamos a aceptar”, cerró.