Un nene de Ituzaingó pelea por su vida mientras la burocracia, en este caso estatal, hace entrar en desesperación a sus padres. Es que IOMA, la obra social con la que cuenta el chiquito, le niega por “faltante” la medicación que le está ayudando a enfrentar dos enfermedades de base y le propone, como “solución”, un cambio de droga que, según los médicos que siguen el caso, significaría una clara regresión en su salud.
M.A.F. estuvo internado varias veces desde que tenía un año y medio. Como resultado de las varias entradas al Hospital Garrahan le descubrieron que tiene, por un lado, la enfermedad de Crohn Like, que es básicamente inflamación intestinal y, por el otro, una inmunodeficiencia conocida como hiper IGM. Fue tratado con imunogamaglobulina humana intravenosa durante un tiempo, pero eso le lastimaba mucho los brazos y le causaba una serie de trastornos durante los días posteriores a la aplicación.
Los médicos decidieron cambiar el formato de esa medicación, y que en vez de ser a través de las venas sea subcutánea. En ese momento, los profesionales les sugirieron a papá y a mamá del chiquito que averigüen porque era más cara y había que ver si la obra social la autorizaba. Al hacer el pedido a IOMA, en 2018, fue autorizada y sin problemas se les entregó los cuatro frascos ampolla de 20 centímetros cúbicos por mes.
Pero el 12 de agosto de este año volvieron a solicitarla y, hacia fines de mes, ese remedio vital para la salud del nene no había aún llegado. “Cuando empezamos a hacer lío y a preguntar por todos lados la única respuesta que recibíamos era que estaba en faltante”, contó Marcelo, su papá, en diálogo con Primer Plano Online. Cuando la protesta se agudizó frente a los responsables de la obra social, finalmente se autorizó la provisión. Fue el 5 de septiembre y para dos meses, porque ahí ya el padre del paciente había entregado dos recetas seguidas.
“Lo curioso es que el número de partida coincidía con las anteriores, o sea que no había faltante”, señaló Marcelo, que volvió a presentar la planilla el 29 de septiembre y se encontró con otro obstáculo, más delicado aún. La respuesta que le dieron en IOMA es que le cambien la medicación para agilizar el trámite y la provisión. De inmediato a recibir esa respuesta, Mariela, la mamá de M., se contactó por mail con los médicos del Garrahan.
“Buenos días, necesito realizarles una consulta. IOMA me dice que la medicación Hizentra, inmunoglobulina humana normal 1 frasco ampolla con 200 mg/ml está en falta. Me ofrecen inmunogubulina humana normal Kiovig 10 g frasco ampollla x1/100 ml lab Baxter”, preguntó la mujer. La contestación fue sin rodeos.
“Por nuestra parte es claro el beneficio de que reciba Hizentra, y volver a la medicación endovenosa no es una buena alternativa para M. Si necesitas algún tipo de informe que deje asentado esto frente a IOMA avisame y te lo armo. En caso de que resulte imposible conseguir Hizentra, obviamente que es mejor que reciba Gammaglobulina endovenosa a que no reciba nada. ¿Para cuantas dosis más de Hizentra tienen? Para saber más o menos con que plazos estamos lidiando”, decía el mail del Garrahan.
Naturalmente, como a cualquier padre o madre, la indignación dio lugar a la desesperación. “Evidentemente el problema es económico. Y nadie se hace responsable. Simplemente me dijeron por teléfono que podían proveernos de otra medicación. Pero eso, en la opinión de los médicos que llevan su caso es contraria. O sea, dentro de diez días, sin si medicación, mi hijo se puede llegar a morir”, sentenció Marcelo, el papá del nene, tan iracundo como su esposa frente a una situación ante la que nadie le da certezas. El reclamo ya está presentado varias veces en IOMA central, regional Morón, y en la delegación de Ituzaingó.