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martes, noviembre 5, 2024
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Un funcionario de Ituzaingó casi se mata con su familia por el mal estado de la Ruta 14

Se trata de Diego Legarreta, director general de Control Urbano. Viajaba rumbo a Corrientes con su esposa e hijas, de seis y doce años. “La sacamos barata porque gracias a Dios al auto por dentro tiene una seguridad espectacular”, reflexionó la víctima. Pocas horas después, dos personas fallecieron a raíz de otro siniestro en esa arteria.

Milagro. Así se puede calificar lo experimentado por Diego Legarreta, director general de Control Urbano del Municipio de Ituzaingó, quien viajaba con su esposa e hijas, de seis y doce años, rumbo a la provincia de Corrientes, para dar gracias a la Virgen de Itatí.

Por el mal estado de la Ruta 14, a la altura del kilómetro 272, sobre la cabecera del puente del Arroyo Ayuí Grande, el conductor perdió el control del Honda Civic, color gris oscuro en el que viajaba la familia y terminó impactando contra el guardarraíl.

El siniestro tiene una explicación, y según Legarreta es “el mal estado de la ruta”. Es que hay desniveles en ese tramo, que se sumaron a las inclemencias meteorológicas y a los espejos que se formaron por el cúmulo de agua. Y un dato no menor: el accidente, porque esto sí lo fue, ocurrió mientras circulaban a 87 kilómetros por hora.

“La queja mía es por los huellones que hay en el tramo que va desde Concordia hacia Chajarí. El espejo de agua me sacó de las manos el auto: gracias a Dios, a pesar de pegar cuatro trompos, volvimos a nacer”, indicó Legarreta en conversación con Primer Plano Online.

Según el funcionario, tanto él como si familia resultaron ilesos por la seguridad interna que posee el vehículo. “En el mismo kilómetro sentido hacia Corrientes los coches se despistan seguido. A mí me agarró un espejo de agua con una lluvia torrencial en el momento que descontroló el auto. No volcamos, pero dimos cuatro vueltas en trompo y el auto quedó destruido, no sirve más”, completó el protagonista del milagro.

Es que horas después de su siniestro, un papá y su hija murieron en ese mismo lugar tras despistarse con el rodado en que viajaban. Fue también en el kilómetro 272 de la Ruta 14 y a bordo de una Volkswagen Suran, que dio varios tumbos en zona de bañados.

Según consignó el medio Uruguayenses Digital, Francisco Augusto Castillo (60) y su hija Luz Mailén Villasanti (22) fallecieron en el acto. Intervino en la urgencia personal de la Policía de Seguridad Vial, de Gendarmería Nacional, de Bomberos Voluntarios y de Zapadores.

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