En un fin de semana que marcó un fuerte retroceso en cuando a las políticas de seguridad vial, otro automovilista protagonizó un suceso sorprendente, que podría haber sido una verdadera tragedia y, afortunadamente, apenas causó daños de tipo material.
En la madrugada de este lunes feriado, en el cruce de la avenida Eva Perón y Chile, un Ford Focus gris terminó incrustado contra un puesto callejero dedicado a la venta de comidas del rubro parrilla. No había ocupantes en el rodado, pero sí tres teléfonos celulares.
Por imágenes recopiladas a través de cámaras de seguridad los investigadores determinaron que tanto el conductor como las personas que lo acompañaban descendieron por sus propios medios y se retiraron caminando. “No se pidió ayuda por el 911, con lo cual descartamos que haya habido víctimas”, precisó una fuente de la investigación.

¿Cuál es la principal hipótesis? Como el auto no tenía pedido de secuestro, lo que se sospecha es que el conductor estaba manejando bajo los efectos del alcohol o alguna sustancia y que, tras chocar, se retiró del lugar. ¿Para qué? Para dejar pasar las horas y presentarse luego en la comisaría a reclamar el rodado.
El procedimiento en este tipo de situaciones es que una grúa del Municipio se acerca al lugar, traslada el rodado hasta la dependencia jurisdiccional (en este caso la seccional 4ª de Gervasio Pavón) hasta que o la Policía encuentre al titular o el propietario se acerque. Saber qué fue lo que pasó será difícil de establecer.
En los últimos días hubo una cantidad de siniestros viales que llamaron poderosamente la atención por la gravedad que representaron. A las muertes de Ariel Santillán sobre el Camino del Buen Ayre, en Ituzaingó, y la de Matías Dibastiani en Merlo, ahora se suma este hecho, que está siendo investigado por la Fiscalía Nº 5 de Morón.