Un estremecedor caso de abuso sexual en contra de un chico de 13 años tiene conmocionada a la comunidad educativa de la Secundaria Nº 15 de Ituzaingó. Los abusadores fueron tres compañeros del chico, que tienen 15 años, con lo cual se trata de menores de edad inimputables. La queja de la familia del adolescente sometido está apuntada al accionar de la directora del establecimiento.
Por protocolo periodístico, y siguiendo lo que indica la legislación, los nombres de la víctima y de victimarios no serán publicados, pero tampoco la identidad de la mamá denunciante, que aceptó hablar con Primer Plano Online con reserva de sus datos, principalmente para no exponer al chico.
“Mi hijo fue víctima de un abuso sexual a manos de tres compañeros. Un menor de 10 años presenció todo. El ataque fue bajo amenaza, con un cuchillo. Fue en una casa, no en la escuela”, reveló la mujer, que se enteró de lo sucedido a partir de un video que circuló por WhatsApp entre estudiantes. Fue una chica la que advirtió a su madre de lo que estaba pasando y esa mamá se contactó con la familia del adolescente.

Una vez que supo en detalle lo que había pasado, y tras escuchar a su hijo, la mujer se contactó con la directora de la escuela y le advirtió que iba a radicar la denuncia, cosa que hizo en la comisaría de la Mujer y la Familia de Ituzaingó. La causa quedó radicada en la Fiscalía de Responsabilidad Penal Juvenil Nº 1 de Morón, e intervino el fiscal Gabriel Crudo Iturri.
La decisión judicial y la intervención del colegio frente a la denuncia de abuso
Como los tres agresores tienen 15 años y son no punibles, una vez de constatar sus identidades y domicilios el fiscal lo que hizo es lo que indica la legislación vigente: pidió el sobreseimiento de los acusados. Asimismo, la justicia dictó una restricción perimetral de acercamiento de los abusadores al domicilio de la víctima e impedimento de contacto por cualquier plataforma digital. Así lo confirmaron fuentes judiciales a Primer Plano Online.
“Hoy fue mi hijo, mañana serán otros. Todo el mundo sabe que este tipo de hechos se pueden reiterar y nadie está en condiciones de asegurar que no haya más víctimas”, expresó la mamá del adolescente abusado, que también enfatizó que “nuestro mayor enojo es con la directora, que no hizo absolutamente nada”.
Si bien el hecho no ocurrió en el colegio, ubicado en Bagnat al 900, la mujer le adjudica responsabilidades a la directora, Miryam Gutiérrez, porque “desde que está ella los episodios de violencia se vienen sucediendo”. El edificio es compartido con la Primaria Nº 6 y tiene apenas tres aulas: quienes cursan primer ciclo acuden a la mañana (de primero a tercer año), y estudiantes de segundo curso van por la tarde (de cuarto a sexto año).
“Es una persona que destrata a las familias y su forma de ser es muy poco empática”, contó la madre del chico en relación a la titular del equipo directivo. Es más: explicó que tuvo que entrevistarse con la Inspectora Distrital, María Fernanda Pennisi, porque no obtenía respuesta de la escuela sobre la continuidad pedagógica de su hijo.

El chico quiere seguir yendo a ese establecimiento, pero su mamá y papá se oponen. Creen que no tiene garantizada su seguridad física y psicológica. “Hay otro video dando vueltas en donde le están pegando a mi hijo dentro del aula en una hora libre y sin la presencia de ningún adulto”, refirió. Es increíble, pero desde la denuncia (9 de septiembre) hasta la semana pasada los abusadores seguían yendo al colegio y la víctima no.
La decisión que tomó la escuela con los abusadores
Mientras la víctima del abuso sigue sin asistir a la escuela no sólo por decisión de su familia sino también por recomendación de su psicóloga particular, dos de los abusadores decidieron cambiarse de establecimiento educativo para continuar con sus estudios.
“Ahí hubo intervención de los inspectores regionales. Dos se fueron a otro colegio y un tercero está con continuidad pedagógica desde la casa porque no se quiere cambiar”, detalló la mamá del adolescente sometido. Se está evaluando, asimismo, cuándo será el mejor momento para el reencuentro del joven con sus compañeros y compañeras.
La familia insiste también en cuestionar el rol de la directora y espera que la Dirección General de Cultura y Educación tome cartas en el asunto. “Lo que nos preguntamos es qué está pasando en la escuela bajo su gestión y por qué estallaron casos de violencia en una institución que es muy valorada por la comunidad por su calidad académica y los excelentes docentes con los que cuenta”, cerró la mujer.