“Un Día del Niño mi abuela ganó una guitarra que rifaban en la plaza de Rafael Castillo y me la regaló. Yo me acostaba, la ponía sobre mi panza, tocaba las cuerdas y sentía la vibración, escuchaba las notas y soñaba con cantar”, narra Cristian Alderete que también es profesor de música en el Instituto Superior de Formación Docente N°105 para la Educación Especial de Ciudad Evita donde dicta la materia ‘Formación Profesional’.
El vecino de la localidad de Laferrere tiene 41 años y es un todoterreno. Además de su gran experiencia en el trombón, práctica judo desde 1997 y a fines de este mes competirá en los Juegos Parapanamericanos de Lima 2019, la competencia para atletas con discapacidades, donde defenderá los colores argentinos.
“Desde mi adolescencia practico varios deportes y por mucho tiempo me especialicé en el taekwondo, pero cuando hace 22 años entré en la Sinfónica Nacional de Ciegos, un compañero me comentó que estaba haciendo judo y lo acompañé. Desde ahí quedé fascinado con el arte de esta disciplina, es una técnica que te enseña a desplazarte, encontrar un equilibrio en vos mismo, percibir al otro y al espacio. Me enriqueció mucho en la construcción de mi persona”, describe el deportista. Y agrega con esperanza: “Tenemos mucha fe en traer alguna medalla en estos juegos. Somos un gran equipo de 12 personas en la delegación de judo argentino»
Alderete estudió música en el Conservatorio Alberto Ginastera de Morón y al principio no fue nada fácil: “Aprender las partituras y las notas era muy difícil pero lo necesitaba. Empecé a estudiar como podía, hasta que me enteré de que existía la Banda Sinfónica Nacional de Ciegos y la musicografía en sistema Braille”, comenta Cristian, quien es padre de cinco hijos: Gonzalo (21), Facundo (20), Candela (14) -que hace seis años integra la Orquesta Juvenil de Morón Sur-, Lala (13) y Agustín (11).
Más allá de sus actividades deportivas y conciertos, Cristián tiene un canal en YouTube en el que a través de sus vivencias, busca fomentar el concepto de inclusión. “No sólo podemos, sino que también es un derecho para las personas con discapacidad realizarse como profesionales, deportistas y artistas. Además, hoy tenemos a nuestro alcance herramientas que son mucho mejores que décadas atrás aunque siempre hay cosas por mejorar y es nuestra responsabilidad poder expresar aquello que necesitamos”, cuenta Alderete y concluye: “Esto tiene que ser un compromiso de todos y no una necesidad de un grupo minoritario. Nosotros no necesitamos ser incluidos, la sociedad tiene que tener como objetivo ser inclusiva pero no sólo con los discapacitados: esto aplica en cuestiones de género, raciales y muchas otras que nos atraviesan”.
