Un tribunal popular declaró culpable del delito de homicidio agravado por el vínculo, cometido con alevosía y mediante el uso de un arma de fuego a Gabriela Moreira (42), quien llegó detenida al debate acusada del crimen de su esposo, Rolando Nusbaum, un empresario de 69 años.
El juicio por jurados determinó por unanimidad que la mujer sea condenada a la pena máxima contemplada en el código penal por el hecho sucedido el 12 de agosto de 2019 en el club de campo ‘La Ranita’, en la localidad de Open Door, partido de Luján. Ahora sólo resta la audiencia de cesura, en donde la jueza Patricia Guerrieri, del Tribunal Oral en lo Criminal N° 4 de Mercedes, determinará el monto de la pena, establecido en 35 años según el encuadre legal.
El caso que se ventiló en el debate contó con la reconstrucción de la secuencia que finalizó con la muerte del empresario, que en primera instancia su viuda intentó hacer pasar como un homicidio en ocasión de robo. Es decir, que habían ingresado a robar a la vivienda familiar y le dispararon a su marido.
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Sin embargo, primero la autopsia, que indicó que Nusbaum murió por un paro cardio traumático provocado por una lesión cerebral como consecuencia de la herida provocada por un proyectil de arma de fuego realizado a corta distancia, y luego la propia confesión de Moreira, le dieron un giro dramático a la investigación. Incluso una pericia clave determinó que la mujer tenía restos de pólvora en sus manos.
Para la Fiscalía, la acusación siempre fue bajo la figura de alevosía. Lo que entendió el fiscal del juicio, Guillermo Lennard, es que Moreira le disparó a su esposo prácticamente desde al lado “aprovechando el estado de indefensión puesto que la víctima dormía y con el objetivo de causarle la muerte”. En esa sintonía se expresó el abogado que actuó en representación del particular damnificado, Germán Campos, letrado del hijo mayor del matrimonio.
Con esa misma calificación, los doce jurados populares votaron de forma unánime y dictaron veredicto de culpabilidad en la última jornada del debate oral y público. En rigor, entendieron que tanto la Fiscalía como la querella probaron la autoría de la imputada y no consideraron ningún atenuante para su accionar.
Con esa votación, el único camino que le queda a la jueza es establecer la pena de prisión perpetua para Moreira. En diálogo con Primer Plano Online, el defensor de la acusada, Leonardo Sigal, anticipó que, luego de conocer el veredicto judicial, avanzarán con la apelación en el Tribunal de Casación Penal para intentar reducir la pena. Y destacó: “quedó claro en el debate que ella era víctima de violencia. Interpreto que la resolución es una gran injusticia”.