La violencia familiar y el maltrato contra la infancia y la adolescencia son formas de vulneración de los derechos de niños, niñas y adolescentes que se hallan extendidas en todas las latitudes. El maltrato no siempre es “visible”: en algunos casos porque puede ejercerse sin dejar huellas físicas en el cuerpo; en otros, porque la víctima está sometida al silencio, y la violencia es ejercida en la intimidad de la vida familiar.
Sin embargo, aún en los casos en los que no pone en peligro la vida de los niños, niñas o adolescentes, tanto el maltrato en cualquiera de sus formas, como la negligencia o el abandono son gravemente dañinos por el dolor que provocan y por los efectos que dejan en el desarrollo intelectual, social y emocional de quienes lo padecen o han padecido, tal cual lo expresa UNICEF en sus guías sobre Maltrato.
Desde el Observatorio de Niñez de la Defensoría del Pueblo bonaerense, a cargo del defensor adjunto, Walter Martello, se elaboró un informe en el cual desagregaron los casos donde intervino tanto la justicia como los servicios locales de niñez y, según datos oficiales, hubo 2.496 casos de abuso sexual; 4.152 casos de maltrato físico; 4356 de maltrato psicológico; y 4.145 denuncias por negligencia. Sumados, totalizan 15.149 actuaciones.
“La cifra es altamente alarmante. Estamos hablando de un registro de 85 casos por día, y aquí hay que tener en cuenta que muchos de ellos no se denuncian, lo que elevaría la cifra mucho más”, afirmó Martello. Cuando se desagrega por edad, casi 7.000 ocurren en la franja de los menores de 11 años; 5.000 entre los jóvenes de 12 a 17, y cerca de 3.000 las víctimas son menores de 5 años. El 60% de los casos son mujeres y el 40% varones.
“Los datos fueron aportados por el Registro Estadístico Unificado de Niñez y Adolescencia (REUNA), cuya función es organizar un sistema de información único y descentralizado que incluya indicadores para el monitoreo, evaluación y control de las políticas y programas de niñez, adolescencia y familia, y la carga a los mismo realizada por los Servicios locales y Zonales de Niñez” describió Martello.
Las cifras son superiores en su proyección a las de 2016 pero ese aumento respecto al año anterior también se atribuye a que muchos de los zonales a cargo del Organismo de Niñez de la provincia ampliaron su horario de atención, se generaron equipos de operadores de calle en 40 municipios, el monitoreo, sobre todo en los servicios locales nuevos lo que aumentó la capacidad operativa para el registro y la intervención.
Para ello la Defensoría del Pueblo, recomienda adoptar rápidamente los criterios que aportan desde la Organización Mundial de la Salud que brinda apoyo a los países en la recopilación de datos e informaciones relacionados con la violencia contra los niños, la elaboración de políticas y programas nacionales de prevención de la violencia y la creación de sistemas para prestar asistencia médico legal y traumatológica de emergencia apropiada.