Carolina habla en pasado, pero es un acto inconsciente. Sólo cuando el cronista de Primer Plano Online repara en eso se corrige. “Hace un montón que no veo a mi hermano, lo extraño y me hace falta su presencia. Pero por supuesto que nunca voy a perder la fe”, asegura antes de continuar con su relato.
Ella es la hermana de Hugo Estaban Peña, de quien no se sabe absolutamente nada desde el pasado 23 de enero, es decir, hace más de un mes. Su desaparición es un misterio: salió de su casa acompañado por un hombre que había llegado a las 8.30 de la mañana al domicilio de la calle Boulogne Sur Mer al 5.000, en San Martín, y ese fue el inicio de un tiempo de angustia para su familia. “Parece que se lo hubiera tragado la tierra”, enfatizó la mujer.
Los detalles que hacen intrigante al caso, además de ese hombre con el que caminó hasta la esquina, bolso en mano y al que no logran identificar, son muy llamativos: el auto de Hugo estaba en la puerta de la casa, y las llaves con toda su documentación dentro de la vivienda. Lo único que jamás apareció fue el celular, pero hay una certeza: la última conexión a WhatsApp fue a las 8.15. Aparentemente, después el equipo fue apagado.
“Vemos a un hombre caminando desde la esquina, llegar a su casa y entrar. Sale a los cinco minutos y mi hermano detrás de él, con un bolso. Llegan a la esquina, doblan y ahí no se los ve más porque es hasta donde cubre la cámara”, contó Carolina a Primer Plano Online. Ella también reveló que fue con la Policía Científica a la casa de su hermano y en el lugar encontraron todas sus pertenencias.
Peña había renunciado a su trabajo de hacía once años como ejecutivo de ventas en Sancor por los problemas económicos de la empresa, arregló una indemnización y se empezó a dedicar a la compra-venta de dólares e inversiones en criptomonedas. Hugo sacó un préstamo bancario de $400 mil en el Banco Galicia que destinó a un fondo de inversión. Con los intereses mensuales que recibía pagaba la cuota mensual.
“Estamos todos muy sorprendidos y es un caso muy misterioso. No hay ninguna razón para que se haya ido por voluntad propia, porque ama profundamente a su hija y la nena acaba de cumplir años y él no estuvo. No puede vivir sin la nena y bajo ninguna circunstancia faltaría a un evento así”, agregó Carolina.
La investigación por averiguación de paradero está en manos de la UFI Nº 3 de San Martín, a cargo del fiscal Carlos Insaurralde. Con sus tiempos, la Justicia intenta armar el rompecabezas, pero todavía sin datos concretos, más allá de que falta alguien. La familia no está del todo conforme con la búsqueda: es que no les entregan las cámaras de seguridad y hasta les dijeron que tienen problemas para bajar la información de un disco con más registros fílmicos en donde se ve cuando Hugo y el otro hombre se van.
Carolina recorrió hospitales, pegó carteles en la zona de Avellaneda, encabezó marchas y hasta una misa en la iglesia de Lourdes, en la que el muchacho cree fervientemente. Mientras, espera también que la justicia reclame las antenas de telefonía celular para intentar detectar la ubicación y los últimos movimientos de su hermano.
“Hugo, si llegás a leer esto, te pido que vuelvas. Tu familia te está esperando. Vos siempre fuiste como mi alma gemela. Me llevás 14 años y me cambiabas el pañal. Sos como mi segundo papá y te extraño un montón”, le dedicó entre lágrimas Carolina a su hermano.