Un brutal crimen en Morón fue descubierto luego de un llamado telefónico en el cual el asesino confesó el hecho a un familiar. “Tía, me mandé un cagadón”, refirió el ahora detenido y acusado por el homicidio de un sujeto que fue encontrado con la cabeza literalmente reventada.
Al recibir la comunicación con otros detalles, la mujer lo comunicó al 911 para advertir que algo malo pudo haber pasado. Es que su sobrino, adicto en recuperación, se encontraba “visiblemente nervioso” durante la conversación y pronunció la frase que aparece en el primer párrafo de este artículo.
Así, la tía del sospechoso fue hasta el lugar en cuestión con un móvil policial y allí se confirmó lo peor. Es que sobre la calle Humahuaca al 2600 en Morón sur, donde vive su sobrino, hallaron un cadáver en un galpón en desuso ubicado en el fondo del terreno.
La descripción hecha por los investigadores ante la consulta de Primer Plano Online fue dramática: el cuerpo sin vida de un joven tapado con ramas y hojas que presentaba “fractura y hundimiento de cráneo con pérdida de masa encefálica”.
Peritos de la Policía Científica establecieron que en una habitación contigua había manchas con salpicadura de sangre en paredes y secuestraron un arma de fabricación casera tipo escopeta hecha con hierro fuerte con sangre en uno de sus extremos. Todo indica que fue el arma homicida.
El fallecido fue identificado como Juan Ezequiel Segovia (33), vecino de Villa Tesei, en Hurlingham, y por el crimen fue detenido Agustín Alejandro Mirto (24), a quien la Policía encontró en la casa de su padre en Haedo. Los motivos del crimen son materia de investigación, que quedó en la órbita de la Fiscalía Nº 6 de Morón.