Irracional violencia en las calles del conurbano bonaerense. Ahora en La Matanza, donde un joven fue asesinado de un balazo en la cabeza al intentar escapar del robo de su camioneta y terminó incrustado contra una iglesia. La banda delictiva antes se había tiroteado con un efectivo policial que esperaba el colectivo vestido de civil para ir rumbo a su trabajo.
Según la reconstrucción del hecho realizada por Primer Plano Online con fuentes policiales y judiciales, hay al menos cuatro hechos atribuibles a la misma organización delictiva en la tarde de ayer domingo, pero no se sabe en cuántos otros casos está involucrada. Lo cierto es que el violento raid protagonizado terminó con tres detenidos, de los cuales uno está herido y fue internado en el hospital Simplemente Evita con disparos en el brazo y en el abdomen.
El primero de los delitos fue el robo del celular a un joven que caminaba por la calle. Los ladrones, a bordo de una camioneta EcoSport que luego se descubrió tenía pedido de secuestro por haber sido robada el sábado 19 en el barrio Villa San Carlos, de Isidro Casanova, siguieron su raid y se encontraron con una nueva víctima, a la que abordaron en la parada del colectivo ubicada en la intersección de Simón Pérez y Bartolomé Solom, en la localidad de González Catán.
Pero resulta que esa segunda víctima es un agente perteneciente a la Policía Local de La Tablada, que aguardaba el transporte público para ir a cumplir su horario de trabajo. El efectivo fue sorprendido por tres atacantes, todos ellos armados, quienes le sustrajeron su bolso con el uniforme de la fuerza completo, incluido el chaleco antibalas y su teléfono celular. En esas circunstancias se identificó como policía, sacó su arma reglamentaria de la cintura y comenzó un tiroteo con los delincuentes, que se subieron a la camioneta y se fugaron a toda velocidad.
De inmediato en efectivo fue a su casa, en cercanías del lugar, dio aviso al 911 e inició el rastreo de su teléfono. Un patrullero se presentó en su vivienda y lo acompañó en el seguimiento del dispositivo, pero en paralelo ingresó a la línea de emergencias un llamado con el aviso de una persona muerta tras chocar con una camioneta contra la fachada de una iglesia a pocas cuadras del lugar.
¿Qué pasó? En el intercambio de balas, el uniformado pinchó la rueda de la camioneta de los delincuentes, que se fueron en llanta por algunas cuadras. La banda intentó cambiar el neumático, pero al no poder hacerlo optaron por robar otro vehículo para continuar su fuga. Justo pasaba por allí una camioneta Peugeot Partner y le apuntaron al conductor, que se negó a frenar. “Entonces le tiraron”, detalló un investigador consultado por Primer Plano Online.
El hombre baleado, que nada tenía que ver con los otros hechos cometidos por la banda, fue identificado como Omar Francisco Gallardo (34), quien sufrió un disparo que le provocó un orificio de entrada en la zona preauricular izquierda y otro de salida en ceja derecha. Murió en el acto y terminó chocando contra la entidad religiosa ubicada en la esquina de Barrientos y Murguiondo también de González Catán.
Luego de balear a ese conductor, los asesinos frenaron a otro auto, un Renault 12 celeste, bajaron a su ocupante y siguieron su huida en ese rodado, aunque ya estaban rodeados por personal policial que, con un operativo cerrojo terminó deteniendo a los tres asesinos. Fue en el cruce de Sequeira y Luis Vernet, en la localidad de Rafael Castillo.
Los sujetos fueron identificados como Ezequiel Matías Benítez (29), Lautaro Daniel Paz (21) y un tercer sujeto del que todavía no se conoce nombre y apellido, que estaba herido con un tiro en el abdomen y otro en el brazo, todo indica producto del tiroteo con el policía al que asaltaron. Este último fue trasladado al hospital Simplemente Evita, de González Catán, donde se encuentra internado.
Los tres quedaron a disposición del fiscal Gastón Duplaá, de la UFI Temática Homicidios de La Matanza, imputados por los delitos de robo agravado por el uso de arma de fuego reiterado en dos hechos, tentativa de homicidio criminis causa y homicidio agravado criminis causa, que no tiene otra pena en expectativa que la prisión perpetua.
