Un violento episodio terminó con la detención de un cuidacoches en Castelar sur. El incidente ocurrió en las puertas de la sucursal del Banco Industrial, a donde la víctima había estacionado para esperar a su madre que ingresó a la entidad crediticia a realizar un trámite.
Según describieron fuentes judiciales a Primer Plano Online, todo se suscitó el pasado lunes a las 11.30 sobre la calle Bartolomé Mitre al 2400 casi esquina avenida Rivadavia. El automovilista frenó su vehículo en ese lugar y el joven conocido popular como ‘trapito’ se le acercó. En esas circunstancias se produjo un intercambio verbal que fue elevando su tono.

“Te voy a matar”, fue la frase que le manifestó el imputado a la víctima, al tiempo que extrajo de entre sus ropas un cuchillo de cocina y se abalanzó sobre él para provocarle cortes superficiales en su mano y pierna derecha. De inmediato, personal de seguridad privada del banco intervino para reducir al agresor.
La imputación formal al cuidacoches y los incidentes que se reiteran
Si bien el cuidacoches se retiró del lugar, personal policial horas más tarde lo detuvo tras la denuncia radicada por el conductor herido. Los voceros indicaron que se trata de Anastasio Vicente Rodríguez, quien quedó imputado por la fiscal Marisa Monti, de la UFI Nº 5 de Morón, en una causa caratulada como amenazas agravadas por el uso de arma y lesiones leves.
En los últimos días los ‘trapitos’ volvieron a ser noticia por una serie de incidentes registrados en ciudades balnearias y en recitales. Por caso, un automovilista terminó a golpes de puño con un ciudacoches en Villa Gesell que le solicitó 20 mil pesos para dejar el vehículo en donde lo había estacionado. Algo similar sucedió en el centro de Mar del Plata.
En paralelo hubo fuertes críticas al rol de los cuidadores que se instalaron en la vía pública para tener control de las calles en las que espectadores que asistieron al recital de Los Piojos en La Plata dejaban sus rodados. Ahí había una tarifa fija: exigían el pago de 25 mil pesos para poder estacionar contra los cordones.
