La Suprema Corte de Justicia bonaerense ratificó la condena a prisión perpetua contra Diego Loscalzo, el chacal que ejecutó a toda una familia y protagonizó la peor masacre en la historia de Hurlingham.
Con la firma de la jueza Hilda Kogan y de sus pares Luis Genoud, Daniel Soria y Sergio Torres, el máximo tribunal decidió de manera unánime “rechazar el recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley interpuesto por la defensa oficial de Loscalzo”, con lo cual quedó confirmada la sentencia contra el múltiple femicida.
Una determinación similar había adoptado la sala III del Tribunal de Casación Penal provincial, en un pronunciamiento dictado el 1 de diciembre de 2020. Pero igual el asesino, a través de sus abogados, pretendió modificar una sentencia en su contra que fue impuesta por el Tribunal en lo Criminal N° 1 del Departamento Judicial de Morón, a cargo de los jueces Juan Carlos Uboldi, Mariana Maldonado y Claudio Chaminade.

Loscalzo fue hallado por la justicia autor de los delitos de homicidio calificado por haber sido cometido contra una mujer mediando violencia de género y la utilización de un arma de fuego, es decir, el femicidio del que fuera víctima Romina Soledad Maguna (oficial de la Policía bonaerense); homicidio agravado por haber sido cometido con un arma de fuego del que fueron víctimas su cuñada Vanesa Maguna, el marido de ella, Darío Díaz; su cuñado José Maguna y su suegra Juana Paiva.
Además, por el homicidio agravado por haber sido cometido con la utilización de un arma de fuego en grado de tentativa del que sobrevivió Cintia López Gotta (la amiga de las hermanas Maguna que se hizo la muerta para que no siga disparando en el domicilio en el que inició la masacre); por el intento de homicidio agravado de Mónica Lloret (la mujer a la que le disparó en la panza y le mató al bebé por nacer al día siguiente) y su hija Camila Maciel.
LA PEOR MASACRE DE LA HISTORIA DE HURLINGHAM
Aquel domingo 5 de febrero de 2017, aproximadamente a las 22:30, en el interior de la finca de la calle Cañuelas al 2000 de Hurlingham, Diego Loscalzo mantuvo una discusión con Romina Maguna, con quien desde hacía varios años mantenía una relación de pareja que se encontraba a esa altura finalizada.

Lo que se reconstruyó en la investigación y el posterior juicio es que el asesino no aceptaba la separación y, como la decisión de ella era definitiva, tomó un arma y la mató de seis disparos. Posteriormente, cuando la hermana de la víctima, junto a su pareja y a otra amiga fueron a la vivienda (vivían en el mismo terreno), el chacal disparó contra sus humanidades y masacró a Vanesa Maguna y a Darío Díaz, mientras que Cintia López Gotta se quedó inmóvil en el suelo para aparentar que también había muerto y evitar que le siga disparando. Esa mujer fue la única sobreviviente en el lugar.
El plan criminal de Loscalzo no terminó ahí, sino que continuó yendo a buscar al resto de la familia de quien había sido su novia. Con un engaño mediante una llamada telefónica hecha a su suegra informando que Romina había tenido un accidente, obligó a la mujer a salir de su casa de la calle Beethoven al 800 de Villa Tesei y se la cruzó en el camino. Allí ejecutó a Juana Paiva y a José Maguna, y le disparó en el abdomen a Mónica Lloret (embarazada de nueve meses y con fecha de cesárea al día siguiente) y a su hija Camila Maciel, quienes salvaron su vida por milagro. El bebé falleció en el vientre materno.
El femicida múltiple siguió su huida y, luego de pasar por Villa Lugano en donde vivían familiares, dejó la moto con la que escapó y se tomó un micro de larga distancia. Mediante un trabajo coordinado por la fiscal Paula Hondeville, que tuvo a su cargo la investigación del caso y el posterior juicio, Loscalzo fue detenido al día siguiente de su furia criminal en la provincia de Córdoba. Y desde entonces está preso, por el resto de sus días.