Tras la cumbre convocada por el presidente de la Nación, Mauricio Macri, en Tecnópolis, un grupo de intendentes del peronismo, sobre todo del conurbano bonaerense, se reunió con representantes del Gobierno nacional para intentar destrabar una compleja negociación que preocupa a propios y extraños. Se trata de la conducción de la Federación Argentina de Municipios, el organismo que nuclea a más de 2200 distritos de todo el país en el cual la gestión macrista puso particular atención. En rigor, el Gobierno cree que esa red debería ser el lógico canal de diálogo institucional de los intendentes con la Casa Rosada.
En principio se había hablado de que Cambiemos, el PJ y el massismo se turnarían al frente de la entidad, un año cada uno, hasta 2019. Pero tanto el oficialismo como el peronismo quieren el cargo en 2017, año electoral. Y ninguno de los dos quiere cederlo a su rival. La opción que surgió en los últimos días fue formar un triunvirato con Ramón Mestre (Córdoba-UCR), Verónica Magario (La Matanza-PJ) y Gustavo Sáenz (Salta-FR). Pero ayer no hubo acuerdo y los tiempos se acortan: la asamblea de autoridades de la FAM está convocada para el 6 de octubre.
“La FAM tiene que recuperar un rol claramente institucional al servicio de los municipios, no al servicio de un partido y que muchas veces quedó acotado al Conurbano bonaerense”, le dijo a Primer Plano On Line el subsecretario de Asuntos Municipales, Lucas Delfino. “Todavía no hemos podido ponernos de acuerdo. Queremos ayudar a los intendentes, pensamos en un cuerpo colegiado, integrado además por nuevos intendentes. No queremos que sea un espacio partidario. La situación está medio empantanada”, concluyó.