Gabriela González, la mujer que indignó a gran parte de la Argentina a partir de la difusión de las imágenes del espantoso maltrato al que sometió a su pequeño hijo Franco, que todavía no cumplió los tres años de vida, estará detenida al menos por las próximas dos semanas, cuando el juez a cargo de la causa determine si le otorga la prisión preventiva para llegar en esa condición al juicio.
Es que la carátula bajo la cual está imputada es la de tentativa de homicidio agravado por el vínculo, y el fiscal que lleva adelante la investigación, Claudio Oviedo, tiene 15 días prorrogables por otros 15 más, para pedirle al juez de Garantías Nº 1, Alejandro Lagos, que la progenitora de Franco siga presa y ayer se negó a declarar. Para eso debe reunir más pruebas que acrediten la peligrosidad de la imputada en torno al proceso penal en caso de recuperar su libertad.
El menor, que es la víctima, tiene sobre sí la cuestión asistencial y de protección en donde intervienen los denominados servicios zonales, que depende en este caso del Municipio de Hurlingham, por ser el distrito en el que la mamá y el papá del niño tienen domicilio. Actúan en sintonía con el tribunal de Familia de turno, y también forma parte de un proceso realmente complejo pero siempre con el objeto de salvaguardar al niño el asesor de menores, que en este caso obra como defensor y en este caso es Elena Borthiry.
Desde el servicio zonal, el secretario de Desarrollo Social de Hurlingham, Héctor Roulliet, describió en conversación con el programa periodístico Primer Plano Recargado que está en contacto permanente con la situación del menor y que recomendaron algunas acciones de protección. “Sugerimos que el nene tenía que estar con el papá porque vimos la reacción del chiquito al reencontrarse con él. Ahora está con su padre, con sus abuelos paternos, y está contenido, lo vi contento, jugando como tiene que estar un niño de casi tres años”, detalló el funcionario.
Asimismo, reveló que están trabajando en escolarización de Franco en alguno de los jardines de infantes municipales. “Franco no está escolarizado y, si bien no es obligatorio, sería importante porque con su edad casi no habla, entonces sería bueno que tenga vinculación con niños de su edad para poder interactuar con ellos y el tratamiento psicológico respectivo”, explicó.
Lo increíble de esta situación es que Claudio, el papá del menor, tenía una restricción perimetral de acercamiento al chiquito a partir de una denuncia realizada por la mamá, impedimento que en el momento en que trascendió el video quedó levantada. Es que según reveló la niñera Karina Sanguine, quien filmó la violenta situación que vivió Franco, se trataba de un hecho falaz inventado por la mamá. Por eso la justicia penal, la Fiscalía, el Fuero de Familia por la tenencia del menor y el servicio zonal están encima del caso.
