Un ejecutivo y su esposa fueron secuestrados Castelar por una banda que pidió 100.000 pesos de rescate pero los liberó cuando efectivos de la Policía Federal se tirotearon con los delincuentes en inmediaciones del barrio Fuerte Apache de Ciudadela.
El hecho ocurrió el martes pasado alrededor de las 23.30 y tuvo como víctima a un gerente de post venta de una concesionaria de la firma Chevrolet, identificado como Jorge Guaglianone (64), y su esposa, Susana Lopardo (63). “Gracias a la Policía Federal que estamos vivos. Si no hubiera intervenido, no sé cómo terminaba esto”, dijo esta mañana el propio Guaglianone.
El matrimonio regresaba de festejar el cumpleaños de la mujer y circulaba en su automóvil, un Chevrolet Cruze, cuando a una cuadra y media de su casa, en la localidad bonaerense de Castelar, partido de Morón, fueron interceptados por una banda de secuestradores que se movilizaban en un auto marca Honda.
Guglianone dijo que “en total eran cinco delincuentes, todos jóvenes” pero del auto “se bajaron cuatro” para traspasarlos al vehículo de la banda. El empresario contó que les empezaron “a pedir plata” y a preguntarles dónde vivían y que la primera intención de los delincuentes era ir a robar a su casa, por lo que les dieron las llaves y hacia allí se dirigieron.
“Bajaron, abrieron la puerta y justo venía el vecino de enfrente. Se asustaron y nos llevaron para el lado de la autopista (del Oeste). Nos fueron golpeando”, relató el hombre que, según señaló terminó con puntos de sutura «en la cabeza”.
El ejecutivo dijo que los delincuentes entonces transformaron lo que era un asalto en un doble secuestro extorsivo y les exigieron llamar a un familiar para pedir un rescate. “Llamé a mi hija pidiéndole plata y hablé con mi yerno. Pedían 100.000 pesos, pero mis hijos juntaron 40.000. Pidieron que lleven la plata a Fuerte Apache”, detalló la víctima.
La familia hizo la denuncia y en el caso comenzó a intervenir el fiscal federal de Morón, Hernán García, y los detectives de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Morón, de la policía bonaerense. El hombre explicó que su automóvil Chevrolet Cruze tiene un sistema de monitoreo satelital, pero los delincuentes lo dejaron abandonado dentro de Fuerte Apache y salieron a cobrar el rescate en el auto Honda.
“A mí me metieron en el baúl”, relató la víctima, mientras que su esposa iba en el asiento trasero del auto de la banda. Fuentes policiales explicaron que cuando todo parecía encaminado para el pago del rescate, una de las brigadas de la Policía Federal Argentina (PFA) que, por orden del Ministerio de Seguridad de la Nación, patrullan la avenida General Paz y zonas conflictivas del conurbano para prevenir o intervenir en secuestros extorsivos, advirtió movimientos sospechosos en el auto Honda donde iban los delincuentes y las víctimas.
Sin saber que había un secuestro en curso y que en ese auto había un matrimonio en cautiverio, los policías dieron la voz de alto y recibieron como respuesta una serie de disparos. En el lugar, el cruce de la avenida Militar y San Ignacio de Ciudadela, se originó un intercambio de balazos, de los cuales al menos un tiro entró por una ventanilla al auto donde estaban las víctimas, aunque no lastimó a nadie.
A raíz de la presencia policial, la banda decidió abortar el secuestro, abandonó el auto con las víctimas, escapó a pie y logró refugiarse dentro de Fuerte Apache. “Se dieron cuenta de que el auto iba muy cargado. Yo escuché la sirena de la policía y ellos empezaron a acelerar”, dijo Guglianone, quien agregó que escuchó cómo su mujer pedía “a los gritos” que pararan de tirar y luego un policía le abrió el baúl para que pudiera salir.
El hombre agradeció el accionar de la PFA y dijo que estaba convencido de que se trató de un hecho “al voleo, que no estaba premeditado”.
Por el caso, aún no hay detenidos, y el fiscal García trabaja con la DDI Morón para poder identificar a los secuestradores.