Hay un enunciado que definitivamente no se somete a juicio y en este sentido probablemente nadie lo llegue a igualar. Con 160 goles en su haber, Damián Emilio Akerman es el máximo goleador de la historia del Club Deportivo Morón y el jugador con mayor cantidad de partidos disputados con la camiseta de la institución (430 encuentros). Seguramente no habrá otro que alcance su récord en la historia de la institución.
Autodefinido hoy como un “ex jugador profesional”, Akerman se despidió de las canchas el pasado 4 de septiembre y desde ese día nació una leyenda. Es que más allá de sus dotes futbolísticas, se supo ganar el cariño y el respeto de los hinchas del Gallo y de los amantes de este deporte de las más diversas latitudes.
Hace cinco meses atrás, este contexto dio el puntapié inicial a la idea de erigir “Una estatua para Damián”, tal fue el nombre de la campaña que encararon muy seriamente un grupo de hinchas del club, que se pusieron al hombro la titánica tarea de recaudar fondos para que el máximo ídolo del Deportivo Morón tenga su monumento. El objetivo se cumplió en poco tiempo de trabajo, mostrando periódicamente los avances de la iniciativa y transparentando en paralelo el origen y el destino de los fondos recaudados.
Ayer por la tarde finalmente quedó inaugurada la estatua de Damián con la presencia del ídolo, que estuvo acompañado por su mamá Graciela que viajó especialmente de Córdoba para la ocasión; así como también su compañera Eliana y sus hijas Camila, Catalina, Emilia y Rebeca.
El encuentro fue conducido por los periodistas Jorge Marinelli y Adrián Noriega (director de Primer Plano Online), ambos confesos hinchas del Gallo y devotos admiradores del homenajeado. Fueron ellos los encargados de guiar la jornada tributo que comenzó con las últimas luces de la tarde del sábado y se extendió hasta ya entrada la noche. En esas horas, Akerman junto a los 2000 hinchas presentes vivieron un sinnúmero de momentos de emoción. Uno de ellos fue cuando le acercaron al escenario a un nene de aproximadamente un año y medio y su papá le confió que el chiquito se llamaba Damián en honor a él. Así se fueron sucediendo las historias que provocaron la emoción del ídolo hasta que lograron quebrarle la voz y obligarlo a tomar aire para poder continuar.
En el transcurrir del encuentro, tres generaciones de hinchas desfilaron por las instalaciones del club para rendirle tributo a uno de sus máximos ídolo: los ya entrados en años; la camada de jóvenes y hasta los más chiquitos que recién empezaron a recorrer el amor por el Gallo.
También estuvieron presentes en el acto Gabriel Mansilla, presidente del club, junto a miembros de la Comisión Directiva, y Diego Spina, secretario de Obras y Servicios Públicos del Municipio de Morón.
Desde el lunes, todos los socios e hinchas podrán pasar por la institución para sacarse una foto e inmortalizar el amor eterno e incondicional por Damián Akerman. Un sentimiento que a las claras, se mantiene intacto.
