La lógica económica una vez más se impone. En este caso para interpretar la decisión del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires a propósito del cierre de cursos en distintos colegios bonaerenses. La situación se instaló públicamente a partir del reclamo de las comunidades educativas del Delta, donde van a quedar sin efecto los cursos que se dictaban en 9 escuelas similares a las rurales. Pero tiene su rebote en el conurbano profundo, donde también hay establecimientos alcanzados por el recorte que afecta por igual a estudiantes y a docentes.
En rigor, la determinación adoptada por las autoridades educativas refiere al aprovechamiento de los recursos, léase, a que no existan 20 aulas con pocos alumnos sino menos cantidad de cursos con mayor cantidad de estudiantes. Un ejemplo tomado por Primer Plano On Line es lo que ocurre en Ituzaingó, donde padres, alumnos y docentes ya plantaron bandera y prometen resistir.

Según un relevamiento realizado por éste medio, en la Secundaria Nº 2 ya informaron las autoridades educativas que van a cerrar 4º cuarta, 4º quinta, 5º segunda, 6º primera, 2º tercera y 3º segunda, las últimas dos de adultos. En la Secundaria Nº 1 la medida es cerrar 4º sexta; en la Secundaria Nº 3 quieren cerrar 4º quinta; en la Secundaria Nº 5 quieren cerrar 4º novena; en la secundaria Nº 6 la determinación es clausurar 1º séptima, 5º tercera y 3º tercera, que es de adultos también; en la Secundaria Nº 14 se deja sin efecto 3º B, que es la única escuela del distrito con jornada extendida; y en la Secundaria Nº 19 se cierra 2º C del ciclo básico.
El dato, curioso y llamativo por cierto, es que ninguna de ellas, según las evaluaciones de 2017, fueron observadas, por lo tanto no deberían cerrarse consideran los integrantes de cada una de las comunidades educativas. “No hay fundamento ni respuesta para cerrar estos cursos. Lo que creemos es que van a terminar habiendo clases de 40 alumnos donde es prácticamente imposible enseñar. Se están metiendo con el derecho a aprender de los estudiantes y vulnerando la trayectoria escolar, porque van a obligar a muchos chicos a cambiar de escuela y de compañeros”, graficó a Primer Plano On Line Nicolás Fernández, presidente del Centro de Estudiantes de la Secundaria 11.
Escuelas que tienen más de 100 años, por las que pasaron hasta cuatro generaciones de familias del Delta, hoy la Gobernadora Vidal decide cerrarlas. #NoCierrenEscuelas #OtraEducaciónEsPosible pic.twitter.com/AV0Xrf848k
— Roberto Baradel (@RobiBaradel) February 26, 2018
Asimismo, mientras se alzan diversas voces en contra de la medida gubernamental, ayer se conoció un informe con datos difundidos por el Centro de Estudios de la Educación Argentina (CEA) de la Universidad de Belgrano. Allí se informa que año tras año son cada vez menos los chicos que van a la escuela pública en la Argentina. Entre los años 2003 y 2015 –el último dato oficial disponible- los colegios primarios estatales perdieron 433.549 chicos.
En 2003 se habían anotado en la primaria estatal 3.747.747 alumnos, en 2015 eran 3.314.198, un 12% menos. Mientras tanto, los cargos docentes crecieron en esas escuelas. Las cifras oficiales muestran que en 2015 en el sistema público había 45.372 cargos más que en 2003: esto es, había crecido un 19%. O sea, menos alumnos y más cargos docentes, algo que se intenta revertir con el nuevo anclaje. Pero en medio de la discusión paritaria y la duda sobre el inicio del ciclo lectivo, en verdad, aporta un chorro más de nafta al fuego.