Javier Molina tiene 41 años, es profesor de Educación Física en la Escuela Técnica Nº 3 de La Matanza por la mañana y en el turno tarde trabaja como preceptor en la Escuela Secundaria Básica Nº 2 del mismo distrito. El domingo por la noche vivió una traumática situación en las puertas del Shopping de San Justo por la que estuvo demorado cuatro horas en la seccional primera, aquella que fue atacada por delincuentes el pasado 30 de abril y en la que resultó herida de gravedad la oficial Rocío Villarreal.
Primer Plano Online se contactó con él para compartir con sus lectores la irregular vivencia que padeció tras una secuencia inicial que tuvo ribetes de discriminación para derivar en algo más delicado. Incluso, cuando al otro día fue a realizar la denuncia en la Fiscalía de turno se negaron a tomársela porque tenía iniciado un proceso contravencional en su contra. A continuación, el relato en primera persona de los hechos.
El domingo a la noche volvía de una jornada por el Día del Niño que hicimos con la agrupación docente a la cual pertenezco y quedé en encontrarme en la puerta del shopping de San Justo con una amiga. Eran las 19.50 y hacía frío. Todo el mundo alrededor mío estaba abrigado, porque la temperatura era baja. Yo también, con campera y capucha. Se me acercó un hombre de seguridad del shopping a pedirme que me saque la capucha, pero a mí solo. Le dije que eso era discriminación, que me lo pedía nada más que a mí, y le pedí que se identifique, cosa a la que se negó. Pasaron unos policías que vieron la discusión pero no intervinieron.
Salí a la calle a esperar a mi amiga. Me pongo a hablar por celular y se me acerca una mujer policía a increparme, preguntándome si había sacado fotos o filmado, y pretendía que le entregue mi celular. Pero me negué y le contesté que, de haber sacado fotos o filmado, está en la constitución el derecho a hacerlo. Ella intentó sacarme a la fuerza el teléfono, me colocó una esposa de manera muy violenta en la muñeca izquierda mientras me retuerce el pulgar de la mano derecha. Todo eso en la puerta del shopping minutos antes de las 20.

Justo llegó mi amiga, le paso el celular para evitar que me lo quite la Policía violando mi intimidad, y los efectivos negaban esto de la ley que permite que registremos operativos policiales que se hacen en la vía pública. Todos los agentes que se acercaron me decían que me iban a llevar a la seccional, y yo les pregunté bajo qué condición y por qué motivo. Pero no me dijeron nada y me llevaron en un móvil a la seccional que está frente a la plaza de San Justo.
PRIMERA PARTE DEL AUDIO CON EL RELATO DEL PROFESOR DEMORADO:
Una vez en la comisaría, la persona a cargo de la seccional me lleva a conversar al lugar donde estacionan las motos que secuestran, para que yo le pueda explicar lo que había pasado. Él me reconoció que tenía razón yo con el derecho a filmar y fotografiar operativos y con la exigencia de que los efectivos se identifiquen. Lo curioso es que habían llevado supuestamente como testigo a uno de los hombres de seguridad del shopping, que iba a dar fe de que los había fotografiado. Y ahí noté que se empezaron a poner tensos porque mi compañera, que se quedó conmigo en todo momento, me puso en contacto con gente de la agrupación y con integrantes de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI).
Me tuvieron hasta la medianoche en un pasillo, parado, con una escolta policial. En ningún momento me tomaron declaración. Después quisieron hacerme firmar un papel como que la demora había sido por violación a las normas, y me informan que la causa era para justificar que mandaron un móvil a buscarme por averiguación de antecedentes. Las pertenencias las tuve siempre conmigo, porque en la mochila tenía paltas y juguetes por el Día del Niño.
SEGUNDA PARTE DEL AUDIO CON EL RELATO DEL PROFESOR DEMORADO:
Y ayer fue a realizar la denuncia a la Fiscalía, pero no me la tomaron, porque tengo abierta una causa por averiguación de ilícito, que es no penal pero queda como antecedente, como si fuera que cometí una contravención. Es una locura.