El hermano del jugador de River Sebastián Driussi fue golpeado salvajemente a la salida del boliche Vinicius, en Ramos Mejía, a donde había ido a bailar con su novia y dos amigos más. Se trata de Gonzalo, quien permanece internado en una clínica de Lomas del Mirador con lesiones en distintas partes del cuerpo, principalmente en el rostro.
Siempre según la denuncia que tramita en la justicia y que investiga la comisaría 2ª de esa localidad de La Matanza, los hechos se desencadenaron sobre la avenida Rivadavia al 14.100, entre Necochea y avenida de Mayo en la madrugada del domingo pasado. Allí la víctima asistió con su pareja y dejó el vehículo estacionado sobre la calle Necochea. El tema es que, al descender, un cuidacoches se le acercó y le exigió el pago de 10 mil pesos para dejar el vehículo en la vía pública.
La familia Driussi cuenta que el muchacho se negó y le entregó 8 mil pesos en medio de un diálogo tenso. Después, Gonzalo y su novia fueron hasta el local de esparcimiento, se encontró con otros amigos e ingresaron juntos. Luego de un par de horas personal de seguridad del boliche “tomó del cuello” a Driussi y lo retiró del interior, para dejarlo en la vereda. Eso ocurrió por una pelea que se originó en Vinicius, no están claros los motivos.
Una vez en la calle la víctima observó que sus amigos discutían con trapitos instalados en la zona y se acercó a sacar del entredicho a uno de sus acompañantes. En esas circunstancias es que aparecieron en escena otros cuidacoches que le propinaron una feroz golpiza. Al rato Driussi se reencontró con su novia y se tomaba la mandíbula, en donde manifestaba un fuerte dolor: de inmediato fue trasladado a la clínica en la que permanece internado.
Según pudo saber Primer Plano Online, por estas horas personal policial intenta recopilar las cámaras de seguridad del boliche y también las instaladas en la vía pública que pertenecen al Municipio de La Matanza para identificar a los agresores. En tanto, el muchacho fue operado por doble fractura en la zona inferior del maxilar y permanece internado, aunque sin riesgo de vida.