Una conferencia de prensa organizada por el titular del PAMI de Ituzaingó, Gabriel Pozzuto, dejó al descubierto una queja abierta y sin tapujos de militantes del radicalismo por la falta de oportunidades laborales para cubrir cargos en el Estado. Testigo de la situación fue la diputada nacional Karina Banfi, oriunda de Bahía Blanca, quien había sido invitada para bajar línea política a los dirigentes que conforman la Mesa Política de Cambiemos a nivel local.
Entre los participantes del encuentro estuvieron los concejales Gastón Di Castelnuovo, Ana Di Benedetto, Julio Díaz y Carolina López; el funcionario del Ministerio de Seguridad provincial Ezequiel Carrizo; y la presidenta de la UCR de Ituzaingó, Rosana Galassi. Es verdad que varios de los integrantes de la mesa política no fueron de la partida.
La exposición comenzó con palabras de la diputada Banfi, quien reflexionaba acerca de los cambios que se propone profundizar el gobierno nacional en cuanto a la cultura política. “Si yo gobierno hace 20 años voy a tener una capacidad de movilización que muchas veces se transforma en David y Goliat por los términos del dinero. Lamentablemente, se ha usado la política de la administración del Estado como alguna vez dijo el periodista este que está tan de moda (Hernán) Brienza, que hablaba que la corrupción democratiza. La gente pidió un cambio a eso”, planteó la legisladora del sur bonaerense, al tiempo que reconoció que “hay un trabajo solidario para colaborar con Ituzaingó desde otras ciudades para terminar con el monopolio de algunas fuerzas políticas en el poder”.
Allí tomó la palabra una militante radical llamada Marta, quien planteó sus primeros reclamos contra lo que había ocurrido a la hora del reparto de cargos y empleo público desde que Cambiemos asumió en poder en diciembre de 2015. Es más: se molestó porque seguía habiendo “gente del intendente” en diversas reparticiones estatales. “Hablo de la gente que trabaja, no de los cargos jerárquicos. Ni un corretero nos nombraron. Yo soy docente y en las escuelas son nombradas a dedo las directoras. Hablo por los que sudan y trabajan con la pala y no han tenido lugar”, planteó la mujer, entre su tono de voz firme y elevado por las respuestas que recibía.
Justamente, Di Castelnuovo fue uno de los que respondió. “No es tan así. No se puso gente del intendente en todas las reparticiones públicas de Ituzaingó sino que hay lugares donde había gente que fue removida, como el caso de ANSeS, donde estaba uno de los hijos del intendente, que era director y ahora no lo es más. La jefa de la unidad de Ituzaingó es una mujer de carrera que está trabajando muy bien con el Gobierno”.
También opinó Pozzuto, y argumentó que “un cargo público exige idoneidad y no pertenencia partidaria”. “Cuando uno ejerce un cargo tiene que elegir al equipo que lo va a acompañar lo va a hacer en base a las coincidencias que tiene con esa persona. Pero hay que hacer hincapié en la idoneidad para no llenar una gestión de amigos y que nos explote por todos lados”, se sinceró.
Otra mirada en medio de una charla que por momentos se convirtió en caliente fue la de Ezequiel Carrizo, quien intentó cerrar la polémica. “La clave es tener plena conciencia de que somos pocos y nos conocemos muchos. Tenemos que tener garantías de que no va a haber ningún infiltrado. Es un trabajo que estamos empezando a dar en toda la mesa y seguro que en poco tiempo vamos a poder dar respuestas a eso. Debemos ser fiscales del triunfo en Ituzaingó”.
