“Dame todo, dame todo”, escuchó R.M.A. (31), un vecino de Morón que acudió a una sucursal bancaria a realizar un simple trámite, que es depositar dinero (una cifra menor) a un cajero.
La entidad a la que asistió está ubicada en la avenida Santa Rosa al 1700 pero del lado de Ituzaingó, frente al Coto de Castelar. Es el banco Santander Río, instalado en un lugar de alto tránsito de personas, incluso en temporada alta de verano, donde la afluencia lógicamente igual disminuye.
El hombre terminó de hacer el trámite y salía del lugar para retomar su camino, pero un revólver frente a sí lo advirtió de que estaba siendo asaltado. Eran las 11:15 del primer día de la semana y por un instante su mente se paralizó, pero algo dentro suyo decía que tuvo suerte: el dinero que debía poner a resguardo ya había sido depositado.
“Terminó de realizar un depósito de 15 mil pesos en el cajero automático y fue sorprendido por el delincuente, que lo intimidó con un arma de fuego para sacarle la mochila color negra y el teléfono IPhone, modelo 6, color rosa, para luego darse a la fuga corriendo”, precisó un investigador consultado por Primer Plano Online.
La principal hipótesis de los investigadores es que el ladrón intentó hacer una salidera bancaria y le salió mal, porque la víctima no tenía el dinero encima ya. “O se equivocó de persona o calculó mal, porque terminó siendo un robo común en una zona donde hay mucha seguridad y cámaras para identificarlos. Arriesgar tanto por un teléfono y una mochila parece una conducta errática”, completó el vocero.
El hecho es investigado por la Fiscalía Descentralizada Nº 1 de Ituzaingó.
