Una cuadrilla de Edenor desarticuló la semana pasada 16 conexiones clandestinas en el barrio privado Los Pingüinos, ubicado en el kilómetro 30 del Acceso Oeste en Ituzaingó.
La empresa, como principal damnificada, además de realizar la denuncia se presentó como querellante para impulsar la investigación y lograr que se condene a los culpables.
Las investigación quedó a cargo de la UFI Nº 1 de Ituzaingó que comanda el fiscal Marcelo Tavolaro, quien ya inició las primeras actuaciones. Deberá determinar quiénes son, con nombre y apellido, los responsables de la maniobra fraudulenta, ya que si bien el informe técnico labrado por la empresa en el country tendría identificados uno por uno a los responsables de manipular la red eléctrica para disminuir el consumo, en algunos casos la titularidad es de sociedades anónimas por lo que se deberá averiguar qué persona física usufructuaba la electricidad robada.
Desde la fiscalía explicaron a Primer Plano Online que ante la presencia de una anomalía la empresa Edenor -conforme al contrato de concesión que la habilita-, realiza el contralor de los medidores, constatan el problema, labran un acta y proceden con la reparación. Luego, con ese sumario administrativo documentado con fotos y con el informe técnico de quien realizó la operación para desbaratar el fraude, realizan la denuncia. A veces llevan además un escribano para labrar el acta de constatación sobre el estado de situación con el que se encuentran.
En su “visita” al barrio privado, Edenor procedió a adecuar los medidores de los vecinos que registraban un consumo mucho menor al real y normalizaron la red, con lo cual en el country se recuperaron 314.00 kwh que equivalen a $2.700.00.
La UFI N°1 a cargo del doctor Tavolaro ya citó al apoderado de Edenor para que ratifique la denuncia y aporte los 16 expedientes con el detalle de las anomalías detectadas.
En este marco, los administradores del country serán requeridos de oficio para que aporten información acerca de quiénes son las personas que habitan las casas conforme el registro con el que cuentan.
En cuanto a la figura que le corresponde a este tipo de maniobra, el fiscal fue contundente: “A mi criterio, si hay manipulación del medidor, lo puentean o lo alteran para que registre menos consumo, están engañando a la empresa para que facture menos. Se trata de una estafa, no es un hurto de energía”.
Si bien el robo de energía eléctrica es un delito federal que prevé penalidades que van desde elevadas multas hasta la cárcel, el fiscal Tavolaro le aseguró a este medio que “este tipo de causas siempre terminan con los infractores pagando lo que deben y de este modo evitan el proceso penal y la causa se archiva”.
