Los investigadores sospechan que la detención de dos sujetos que el miércoles a la noche fueron descubiertos en las calles de Morón forzando las parrillas delanteras de vehículos para destrabar capós y llevarse baterías prácticamente sin ensuciarse las manos es el camino que están encontrando los dueños de lo ajeno para hacerse rápidamente de artículos que les permitan canjearlo por dinero.
¿Es el robo de baterías una nueva modalidad delictiva que se impone por estas horas en reemplazo a la sustracción de ruedas? Lo cierto es que el juez de Garantías Gustavo Robles ordenó la detención de Ezequiel José Caballero (27) y Alan Nicolás Miño (29), ambos con domicilio en Lomas de Zamora y aprehendidos por la Policía luego de que una mujer los viera intentando forzar el auto de su hijo y se acercara hasta una posta policial a denunciar el hecho.
Como informó este medio, en el VW Gol Trend en el que se movilizaban los ladrones hallaron doce baterías, que se sospecha habían sido robadas momentos antes. Pero un detalle impide avanzar con una imputación mayor contra ambos: de ese total hay solamente dos denuncias realizadas, además de la vecina que alertó del hecho a efectivos que estaban ubicados en la posta policial de Arenales y Córdoba.
“Se busca profundizar la investigación para detectar quiénes fueron las otras víctimas y confirmar el circuito que recorrieron. Hacemos un llamado a la población para que todas las personas que hayan sufrido delitos de ese tipo en sus vehículos se presenten en la comisaría de Morón 1ª a radicar la denuncia y reconocer las baterías secuestradas”, detalló el fiscal Claudio Oviedo en conversación con Primer Plano Online.
Los dos sujetos están acusados del delito de robo simple, y quedaron detenidos porque tienen antecedentes por hechos similares. El tema es que no es lo mismo una imputación por haber robado dos baterías que por sustraer una docena.